Una de las grandes bazas del turismo de Valencia, la de los cruceros, ha empezado a desinflarse después de vivir un año dorado en 2012. Las previsiones de la Autoridad Portuaria para este año hablan de 391.000 cruceristas y 197 escalas, lo que supone un 20% menos que el año pasado. La reordenación del mercado podría estar entre las causas. También las instalaciones.
Con dos polos de atracción diferentes, el centro histórico y la Ciudad de las Artes y las Ciencias, Valencia se había convertido en el último lustro en una ciudad muy atractiva para las empresas de cruceros. De hecho, su auge ha sido aún mayor que el que ha experimentado la ciudad en términos globales.
En 2011, año en el que se constató el potencial de este mercado, Valencia recibió 378.000 cruceristas, una cifra récord que ya desde las previsiones oficiales y finalmente con los datos en la mano, se batió ampliamente en el año 2012. A lo largo de ese ejercicio se superó el medio millón de cruceristas, situándose por encima de las 230 escalas.
Ese año Valencia creció cerca de un 30% y fue de los pocos puertos del Estado, junto con algunos de Canarias, que registró datos positivos. Y es que a lo largo de ese ejercicio la llegada de cruceristas en España, segundo país de Europa, se redujo un 5,3% y bajó de los cho millones a los 7,5.
La «crisis» del mercado de los cruceros, de hecho, llegó a Valencia en el siguiente ejercicio, el año pasado. El crecimiento de los últimos años se frenó en seco, hasta el punto de cerrar el año con poco más de 470.000 cruceristas y 223 escalas, buenas cifras, pero negativas si se comparan con el año anterior.
Y esa tendencia parece confirmarse para el año en curso, al menos con las primeras previsiones de la Autoridad Portuaria de Valencia. Según datos oficiales, la temporada ha empezado con la idea de recibir 197 barcos y 391.403 pasajeros, lo que supondría bajar de las doscientas escalas y de los cuatrocientos mil turistas.
Fuentes de la Autoridad Portuaria y de Valencia Turismo explicaron, en cualquier caso, que se trata de previsiones realizadas en el mes de febrero y datos que generalmente cambian a lo largo del año, admitiendo, eso sí, que es complicado que se llegue a los guarismos del año pasado.
De hecho, en los 2 primeros meses del año, cuando la temporada alta aún no estaba en marcha, Valencia recibió 8 buques con 20.884 cruceristas, lo que supone una subida del 183% respecto a esos mismos meses de 2013. Esto demostraría la volatilidad de las previsiones en un mercado tan sensible como es el de los cruceros, dijeron las mismas fuentes.
La reordenación de itinerarios en el Mediterráneo altera el mercado turístico
Buscar una causa para justificar el descenso previsible de cruceristas no es fácil. Fuentes de Turismo Valencia, el organismo que gestiona el turismo de la capital, apuntaron como uno de los motivos la reordenación de las compañías en el Mediterráneo. «La demanda manda», dijeron las fuentes, que están a la espera de que el mercado se asiente para reorientar también su promoción, algo que en lo que no bajan la guardia independientemente de las circunstancias. Por poner un ejemplo, las fuentes citaron a la compañía noruega Norwegian Jade, que el año pasado hizo tres escalas en Valencia y para este año tiene previsto realizar 8. La primera de este año la hizo en enero, en plenas navidades, operada por la compañía Trasmediterránea. De su debut el año pasado, en el mes de octubre, se había encargado la terminal remota montada por Valencia Passenger Service en la antigua estación marítima del puerto de Valencia. La otra causa de este descenso es, lógicamente, la crisis, que empieza a notarse incluso en los segmentos de negocio más consolidados. Y sigue estando sobre la mesa el problema de las infraestructuras „paradas, conexiones, operadores etc.„ y de la oferta urbana, elementos que acompañan a este mercado casi a partes iguales. La realidad se verá en los próximos meses.
