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Servicios públicos

Los exitosos urinarios del Mercado Central

Sus promotores aseguran que se ha creado un puesto de trabajo y que sacan dinero de sobra para pagarlo todo, de manera que es un modelo exportable a la vía pública

Si se habla de la instalación de baños públicos en el centro histórico de Valencia y en los lugares más concurridos de la ciudad, el ejemplo más cercano y posible referente para las autoridades municipales es el Mercado Central, donde se han colocado tornos de acceso que obligan a pagar 50 céntimos para hacer uso de los aseos. Al parecer, la medida es un éxito en todos los sentidos, de manera que sus responsables lo recomienda también para la vía pública.

El Mercado Central, como punto de referencia del turismo por sí mismo y por la cercanía de la Lonja, era también uno de los espacios abiertos que más presión soportaba en los baños. Mucha gente iba allí exclusivamente para hacer sus necesidades o aprovechaba la visita para miccionar.

Tal avalancha, que dificultaba mucho el mantenimiento de los servicios y enfadaba a los clientes, obligó a la Asociación de Vendedores a tomar medidas y la elegida fue la colocación de tornos de acceso con tiques gratuitos para los clientes y una entrada de 50 céntimos para las personas que no compren.

Eso fue en julio de 2012, hace casi dos años, y el balance desde entonces es muy positivo. Según Luis Roberto Doménech, gerente del mercado, con esta medida se da servicio a todo el mundo, se mantienen limpios los servicios, pues se revisan cada hora y se limpian integramente dos veces al día, y además se ha creado un puesto de trabajo, el de la persona que cuida los baños en todos los sentidos. Además, con los ingresos se costea ese puesto de trabajo, el mantenimiento de los tornos y la amortización del préstamo solicitado para hacer la obra. No se puede decir que tengamos beneficios, pero «no hay que poner dinero», asegura.

Modelo exportable

Así pues, Luis Roberto Doménech cree que poner baños públicos en el centro de la ciudad, por ejemplo en la Plaza de la Reina, como proponen los comerciantes, «es razonable». «En Valencia ya hay mucho turismo y mucha gente por la calle», dice, así que su experiencia es «perfectamente trasladable con éste u otros formatos, a la vía pública».

El Mercado Central, donde hay alrededor de 400 puestos y unos 1.500 trabajadores directos o indirectos, recibe cada día la visita de miles de personas, tanto clientes como turistas interesados en visitar el que pasa por el el mayor mercado de productos frescos de Europa.

A eso hay que añadir su singular arquitectura, de principios del siglo XX y estilo modernista, y el lugar en el que está ubicado, en el casco antiguo de la ciudad y a pocos metros de los principales monumentos.

Todo eso ha hecho que forme parte ya de los recorridos turísticos de la ciudad y que los guías lo tengan como uno de los espacios donde dejar tiempo libre a sus clientes para hacer compras, comer algo o hacer sus necesidades.

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