La huerta de Castellar que linda con el Parque Natural de la Albufera espera desde hace años un plan de regeneración que ponga fin a la degradación que suponen las antiguas bases de contenedores abandonadas que salpican el paisaje. El portavoz socialista, Joan Calabuig, recorrió ayer la zona para denunciar el abandono de la huerta y exigir la puesta en marcha del plan de protección territorial (PAT) de la huerta que lleva seis años en el cajón.

El grupo municipal socialista acusa al PP de convertir la huerta en el «vertedero de la ciudad». El plan de la huerta se presentó en 2008 por parte de la Conselleria de Territorio pero el documento todavía no ha superado el proceso de alegaciones y está pendiente de aprobación. El PSPV ya denunció entonces que el documento llegaba tarde «tras la década de mayor transformación de la huerta».

El PAT chocaba con varias propuestas de reclasificación de suelos contenidas en la revisión PGOU. «Han pasado seis años y el PAT sigue en algún cajón de la conselleria, mientras nuestra huerta sigue su degradación de décadas y sin recuperar muchos espacios que en otro tiempo sirvieron de bases de contenedores, almacenamiento de coches o cualquier otro tipo de actividad industrial», destacó Calabuig.

Calabuig, junto con los concejales Vicent Sarrià e Isabel Dolz, visitó una base de contenedores con orden de cierre y desalojo desde julio 2012, ubicada sobre la zona protegida de huerta de Castellar. Calabuig destacó que existen un «sinfín de casos en el entorno de la huerta» pero a modo de ejemplo se refirió a la Punta, Castellar y Borbotó. Así, en Castellar por acuerdo de la junta de gobierno local de 22 de julio de 2012 se ordenó el cese de actividades y cierre de la base de contenedores que el grupo socialista visitó ayer. «Han pasado cerca de dos años y si bien la actividad ha cesado, en dichas instalaciones siguen almacenados alrededor de 50 contenedores y, por tanto, sin restituir los terrenos a su estado previo, tal como les obligaba la declaración de interés comunitario por la que se autorizó su instalación en 1993», denunció Calabuig quien instó al ayuntamiento a exigir a la empresa responsable la presentación urgente de un proyecto de restauración paisajística.

Muchas de las antiguas bases de contenedores que había en la Punta o Castellar se han trasladado progresivamente al parque logístico de Riba-roja pero los suelos no se regeneran. La Conselleria de Medio Ambiente requirió en 2006 al ayuntamiento para que tomase medidas contra las bases ilegales en la huerta protegida. Más ejemplos de huerta degradada hay en la Carretera en Corts o en la Punta. Los socialistas señalaron más casos en la huerta de Rovella y Campanar, Benimàmet, Borbotó o Pinedo, dentro del parque natural.