El presidente de Casa Caridad, Antonio Casanova, hizo ayer unllamamiento a la Generalitat y a la Diputación de Valencia para que arrimen el hombro (económicamente hablando) en la financiación del centro asistencial que la institución está construyendo en Benicalap. Casanova aprovechó la presencia del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, en la presentación de proyecto del multicentro en el Palacio de la Exposición para hacer un llamamiento a la colaboración económica. «La Generalitat algo nos tendrá que dar», comentó durante su parlamento y en tono distendido Casanova. Asimismo, bromeó con la idea de que el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, «se ha enterado de que le iba a pedir y no ha venido». «Presume de que tiene muchos recursos, vamos a ir a visitar al presidente», apuntó.

El centro intenta cubrir un vacío asistencial del sistema público: la atención a personas convalecientes que están solas o no tienen recursos tras dejar el hospital. La idea inicial del centro se empezó a fraguar hace diez años años y ha ido evolucionando, en función de las nuevas demandas sociales surgidas con la crisis como las de un elevado número de familias con niños que se han quedado sin vivienda hasta dar forma a un multicentro asistencial cuyo presupuesto es de cinco millones de euros.

Casa Caridad financiará con recursos propios aproximadamente una tercera parte de la obra 1,8 millones de euros. Otro tercio de la inversión se espera obtener de aportaciones de las instituciones públicas y de donaciones privadas y de otras instituciones. El resto de la inversión problamente se financiará con un préstamo. Se baraja además la emisión de «bonos solidarios».

Las nuevas instalaciones, que se construyen en un solar municipal de 3.000 m2 de la calle Ecuador cedido por el Ayuntamiento de Valencia están compuestas por tres edificios conectados entre sí con 30 habitaciones para personas convalecientes que no tienen familia ni recursos y un albergue con 30 habitaciones para familias en riesgos de exclusión social, además de un comedor con capacidad para 60 plazas y una escuela infantil hasta 3 años para 45 niños. Está previsto que las obras, que arrancaron hace una semana, acaben en agosto de 2015 y que el centro funcione en enero de 2016.

Esta planificación, sin embargo, se ha topado con la oposición de un grupo de vecinos de Benicalap al proyecto. El rechazo y las protestas contra al proyecto que, a juicio de estos vecinos degradará la imagen del barrio, obligó el miércoles a paralizar las obras. Antonio Casanova no quiso dar ayer una fecha concreta para retomar las obras.

Además, el 26 de junio, Casa Caridad presentarán el proyecto en Madrid junto al expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana y el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, para «darlo a conocer a grandes corporaciones, fundaciones y empresas, para ver cómo nos pueden ayudar».

Fabra anunció que se creará una comisión a tres bandas (Generalitat, diputación y ayuntamiento) para contribuir a mantener los recursos de Casa Caridad. Tanto Fabra como la alcaldesa, Rita Barberá, tuvieron palabras de elogio hacia la centenaria institución asistencial de Casa Caridad.