Salvem el Cabanyal, la plataforma contraria a la prolongación de Blasco Ibáñez, tiene previsto personarse como parte interesada en todo el proceso de tramitación de la modificación del plan especial de reforma interior (Pepri) del Cabanyal. Se trata de un proceso largo, que implica el mismo proceso administrativo de exposición pública y alegaciones que la tramitación del Pepri, apuntaron fuentes de Salvem el Cabanyal, que consideran que el plan «no se ejecutará ni en 15 ni en 20 años». «No les va a dar tiempo», advierte la plataforma, que confía en que en 2015 se produzca un cambio de gobierno que frene definitivamente el plan urbanístico.

Moción para retirar el recurso

El rechazo vecinal al plan y la batalla judicial de los colectivos contrarios a la prolongación de Blasco Ibáñez, como también el coste económico, ha impedido que el plan, aprobado en 2001, se desarrollara. El último capítulo de la batalla judicial era, hasta ahora, el recurso que el ayuntamiento y la Generalitat presentaron contra la sentencia de la Audiencia Nacional que validaba la orden de 2009 y que estaba pendiente de deliberación y fallo en el Supremo.

El ayuntamiento no ha querido esperar a lo que se anunciaba como un nuevo varapalo al plan urbanístico y el pasado 19 de junio el gobierno de Barberá aprobó una moción autorizando a los servicios jurídicos a retirar el recurso. La moción se tramitó tres días después del acuerdo político con el Ministerio de Cultura.