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Rafael Solaz

"Mis libros son ventanas abiertas al pasado de la ciudad"

El cronista dispone de una biblioteca de más de 11.000 volúmenes, algunos de ellos incunables, y de más de 4.000 fotografías de toda la Comunitat Valenciana

"Mis libros son ventanas abiertas al pasado de la ciudad"

Piense usted en una época histórica. Rafael Solaz (Valencia, 1950) tiene un libro de aquel entonces. Y escrito, editado o relacionado con Valencia. El presidente de la Societat Bibliogràfica Jerónima Galés dispone de un amplísimo archivo de más de 11.000 volúmenes a través de los cuales se puede trazar un recorrido por la historia de la ciudad, de sus usos y costumbres, de sus tradiciones, de sus leyendas, de sus crímenes... Solaz atiende a Levante-EMV en su despacho, rodeado de cientos de libros de distintos tamaños, algunos de ellos inclunables. Preside la sala un ordenador de última generación donde Solaz escribe sus obras literarias la última de ellas, que saldrá publicada en breve, un tratado sobre las fiestasde la Comunitat Valenciana, lo que demuestra que este bibliófilo empedernido y autodidacta, como él mismo explica, no está reñido con la tecnología. Solaz repasa su trayectoria, habla de proyectos futuros, del archivo de RTVV y ofrece, de nuevo, sus documentos, tanto literarios como fotográficos, para darlos a cononcer en muestras o exposiciones.

En medio de su archivo, es complicado de entender cómo alguien puede atesorar tantos volúmenes.

Nadie me inculca el amor por los libros. No tengo formación académica, procedo de una familia muy humilde y tuve que trabajar desde los 15 años. Es una cosa innata mía que desde muy pequeño me llamó la atención. Es un misterio que nunca he llegado a comprender porque no hay nadie que influya en mi decisión de ir coleccionando libros que me ha llevado a tener una biblioteca de 11.000 volúmenes y un archivo fotográfico con unas 4.000 fotos.

¿Influye la librería de la calle San Fernando, la Librería Anticuaria Rafael Solaz?

No, es de mi hijo. Él la monta porque toda su vida ha estado rodeado de libros. Lo decidió él mismo. Yo le ayudo pero él lleva toda la tienda, él es el librero.

¿Cuánto, de lo que hay en estas estanterías, es desconocido para el gran público?

Mucho, sobre todo manuscritos. En los libros interesantes por su antigüedad o su tema hago una pequeña ficha o unos apuntes que luego me sirven para desarrollar trabajos posteriores. Hay muchos libros que aún no he leído y examinado.

Con 2.000 años de historia, ¿cuántos secretos quedan por desentrañar de Valencia?

Creo que mucho, pero mis libros son divulgativos. Yo siempre digo que son ventanas a cualquier otro investigador, abiertas al pasado de la ciudad. Yo puedo dar una noticia novedosa y un investigador ha de desarrollarla si quiere. Hay muchas cosas que no se conocen. Valencia es antiquísima y aunque se hacen trabajos estupendos, siempre hay cosas que se descubren que no se sabían y en eso estamos.

Es usted presidente de la Societat Bibliogràfica Valenciana Jerònima Galés. ¿En qué se concreta su trabajo en ella?

La Junta Directiva quiere potenciar la sociedad, que cuando la cogimos estaba pasando por un momento en que no se conocía mucho. Hacíamos libros y demás pero no se conocía. Ahora queremos abrirla al gran público. Hago un llamamiento para quien se quiera apuntar. No es una sociedad elitista. Cuesta 55 euros al año y esa cuota da derecho a los libros que se editan. También queremos tener compromisos con las instituciones para poder hacer cosas conjuntas.

¿En qué está trabajando ahora Rafael Solaz?

En la sociedad, vamos a editar un libro con trabajos sobre temas de bibliografía de los propios socios. Yo personalmente estoy trabajando en dos: uno está a punto de entrar en imprenta y otro será una selección de imágenes de fiestas valencianas. He seleccionado 300 y de ahí saldrá un libro que hará la editorial Rom Editors.

Tras tantos años dedicado al estudio de la ciudad, ¿se considera reconocido o uno nunca es profeta en su tierra?

Soy persona ilustre del distrito de Trànsits. Siempre he contado con el apoyo de las instituciones y del ayuntamiento. Soy una persona muy accesible y no pretendo nada más allá que divulgar la historia.

Usted ha ofrecido en varias ocasiones sus fondos para exposiciones o muestras.

Efectivamente. Lo he hecho varias veces. El libro de fiestas que voy a publicar estará relacionado con una exposición que se puede montar en cualquier momento. Puede ser itinerante y es atractivo porque son fotografías inéditas. Tengo imágenes de cualquier tema: de sociedad, de costumbrismo... Además de las fiestas, tengo muchas de Fallas.

Como archivero y bibliógrafo, ¿qué debería pasar con el archivo de RTVV?

Es un archivo fundamental que recoge las últimas décadas de la historia de la C. Valenciana. Las instituciones se deberían preocupar mucho sobre el paradero del archivo y tienen que darle un uso. Que firmen un convenio con quien sea, porque el archivo es propiedad de todo. Ahí hay una información básica para la historia y la sociedad valenciana.

En su faceta de librero, ¿cómo ve el libro electrónico? ¿Algo de recelo?

En absoluto. El mundo está ahí y cambia y evoluciona. Creo que en el mismo espacio pueden convivir ambos sistemas. Yo me inclino más por el libro tradicional pero no reniego ni mucho menos de la informática. Es una herramienta muy interesante. Habrá gente más romántica que no quiera dejar el libro de papel y otra a la que le gustará más el libro electrónico, pero ambos sistemas pueden convivir sin problemas.

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