Madrid se ha sumado esta semana al club de ciudades con servicio municipal de bicicletas de alquiler, sin embargo, los madrileños, a diferencia de valencianos o sevillanos tienen la ventaja de que las suyas son eléctricas. Barcelona tiene previsto incorporar a lo largo del año este sistema a su flota actual.

La alcaldesa, Ana Botella, justificó está medida en la «difícil orografía» de Madrid, en alusión a las pendientes y cuestas de la capital. No cabe duda de que a la hora de subir cuestas es mucho más cómoda una bici eléctrica, lo que hace este servicio accesible a más personas.

Sin embargo, el debut del servicio BiciMAD, inaugurado el pasado 23 de junio, no ha sido el esperado.

Los sistemas informáticos de BiciMAD, un servicio que le costará al ayuntamiento 25 millones de euros durante los próximos diez años, se colapsaron a las pocas horas de su estreno, por la gran afluencia de usuarios. En doce horas, los madrileños solicitaron más de un millar de abonos cuando en Barcelona, donde se tardó un mes en llegar a las 5.000. Como en Valencia, el servicio de alquiler de bicis de Madrid funciona a través de una tarjeta asociada a un usuario. Mientras en Valencia la empresa gestora del Servicio es JC Decaux, en Madrid la concesionaria es Bonopark.

Madrid aspira a que la puesta en marcha del servicio suponga un «cambio cultural» en una ciudad donde prima el coche. El equipo de gobierno de Ana Botella confía en que las bicis de alquiler supongan una revolución en el transporte similar a la que se produjo en Valencia en 2010 con la puesta en marcha de Valenbisi.

Este servicio, que también fue criticado en sus inicios por los fallos técnicos, supuso un «boom» de las dos ruedas en Valencia, una ciudad donde a diferencia de Madrid la orografía plana y el buen clima coadyuvan. El servicio cuenta con cerca de 100.000 usuarios.

El uso de la bicicleta no es demasiado grande en la capital de España, aunque la creación de más carriles reservados o compartidos ha incrementado su utilización en un 17 % entre 2012 y 2013. Con todo los trayectos en bici apenas representan el 1 %. El ayuntamiento entiende que el hecho de que las bicicletas sean eléctricas ayudará a aumentar las cifras de ciclistas en la capital.

En total, Madrid ha puesto en la calle 1.560 bicicletas eléctricas, dispuestas fundamentalmente por el distrito centro de la ciudad. Los que quieran usarlas pueden hacerlo a través de las 123 estaciones que se han ido instalando. Las estaciones cuentan con 3.120 anclajes y podrán utilizarse los 365 días del año las 24 horas del día, a diferencia de otras ciudades donde se retiran por las noches. De acuerdo con la nueva ley estatal de tráfico, solo los menores de 16 años estarán obligados a llevar el casco cuando monten en bicicleta por la ciudad.

Los responsables de BiciMAD aseguran que se trata de un sistema «pionero» por la incorporación de bicis eléctricas, sin embargo, Madrid no es ni mucho menos la primera gran ciudad española en sumarse al alquiler de bicicletas.

Barcelona cuenta desde 2007 con 6.000 bicicletas públicas, Valencia ofrece 2.750, Sevilla 2.500, Zaragoza 1.300 y Valladolid 260.

Solo San Sebastián tiene una flota eléctrica como Madrid aunque en su caso son solo un centenar. No obstante, el Ayuntamiento de Barcelona anunció recientemente que tiene previsto incorporar a lo largo de este año bicis eléctricas.