La Comisión de Urbanismo aprobará hoy el Plan de Protección (PEP) de Bienes de Interés Cutural de Ciutat Vella que, en contra de lo previsto inicialmente, no permitirá la reconstrucción de unas antiguas caballerizas de la plaza Conde del Real para la ampliación del palacio Escrivà. Tanto las caballerizas como el palacio (edificaciones independientes, pero adosadas) son propiedad de uno de los mayores colecciones de arte antiguo de la ciudad, que proyectó la ampliación del palacio para ubicar su colección en mejores condiciones.
Aunque el ayuntamiento aceptó inicialmente el proyecto, argumentando que se ampliaba así la protección de las caballerizas al quedar integradas en el entorno BIC del palacio Escrivà, las alegaciones que ha presentado la Real Academia de San Carlos, uno de los órganos consultivos de la Generalitat, a favor de la conservación de las caballerizas han llevado al consistorio a reconsiderar el proyecto, firmado por el arquitecto José María Lozano.
Los grupos de Compromís y EU, así como la plataforma Paco Leandro, el Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio, Cercle Obert de Benicalap y diversos particulares presentaron alegaciones en el mismo sentido.
La Real Academia de San Carlos destaca los valores históricos y paisajísticos de las caballerizas que configuran la plaza y «forman un conjunto heterogéneo que nos habla sobre la compleja evolución que ha experimentado el tejido de la zona». Las caballerizas destacan por su baja altura respecto del resto y otorgan a la plaza «una escala que ha ido perdiendo» con el transcurso del tiempo. Suponen «una muestra única en Ciutat Vella del espacio urbano anterior a las grandes sustituciones urbanas de los siglos XIX y XX». En las alegaciones, la Academia de San Carlos apunta que el proyecto de reconstrucción «subordina la posible desaparición de un edificio protegido a la realización de un estudio con un tiempo y unos recursos económicos necesariamente limitados, que pueden comprometer investigaciones futuras». La presencia de las caballerizas, de origen medieval pero objeto de varias intervenciones, «conforma un único volumen que ya aparecía en los planos de Mancelli y Tosca.
Así las cosas, el ayuntamiento ha estimado las alegaciones de la Academia y ha rectificado el catálogo del plan de protección de Ciutat Vella eliminando los supuestos que permitían la intervención conjunta con el BIC del palacio y la subsiguiente ampliación del mismo con las caballerizas. Se mantienen las condiciones de edificación protegida para las caballerizas y «las únicas actuaciones posibles serán su rehabilitación y puesta en valor, conservando sus fachadas y cubiertas, así como de los elementos interiores que sean objeto de reconocimiento y valoración».
Por otro lado, el PEP de Ciutat Vella, que ha recibido medio centenar de alegaciones y que prevé, entre otras cuestiones, la peatonalización del entorno de la Lonja y la plaza de la Reina, también ha aceptado las alegaciones presentadas por la Universitat de Valencia para la peatonalización de las calles Universidad y Salvá
y la eliminación del tráfico de paso. También se han tenido en cuenta, a instancias de la Universitat, la eliminación de los cipreses próximos a su fachada en la plaza del Patriarca. La Universitat argumenta en defensa de la peatonalización que la contaminación por el tráfico deteriora el zócalo del edificio histórico de la Universitat.
