Más de un centenar de mujeres de la Coordinadora Feminista de Valencia reclamaron ayer ante el Registro del Arzobispado la aplicación de la Ley canónica 1398 que determina que todo aquel que facilite o coopere de forma necesaria en la realización de un aborto será excomulgado automáticamente.

Las defensoras del derecho al aborto libre y gratuito presentaron alrededor de trescientas instancias algunas llevaban una veintena de escritos para solicitar su excomunión de la Iglesia Católica al reconocer públicamente haber participado en la realización de un aborto o haber abortado ellas mismas, así como una declaración de apostasía de la fe católica para ser dadas de baja en el Registro del Libro de Fieles.

La impulsora de la acción, Macu Gimeno, tuvo que explicar al portero del Arzobispado que querían presentar unos papeles en el Registro de la institución eclesiástica para que les dejaran entrar en el palacio arzobispal, a lo que el conserje asintió pero limitando el acceso a grupos de tres.

Gimeno declaró a Levante-EMV que la acción forma parte de una iniciativa nacional en la que también participan mujeres de Tenerife, Baleares y Asturias.

«Vengo a pedir que me excomulguen porque he colaborado en un aborto y por coherencia quiero que me den de baja en el Libro de Fieles», agregó la activista.

El movimiento feminista ha activado una alerta en diferentes comunidades para salir a la calle y convocar concentraciones en el momento en que se apruebe la nueva reforma de la ley del aborto de Gallardón.

Mientras las primeras mujeres esperaban a que les sellaran las copias de sus escritos en la ventanilla del registro, las que se encontraban fuera coreaban gritos a favor del derecho al aborto.

La segunda vez que apostata

«Es la segunda vez que presento mi declaración de apostasía, la primera ni siquiera me contestaron y ahora espero que por fin me den de baja», declaró Gimeno. Igual que ella, otras mujeres también confirmaron que habían intentado apostatar de la fe pero que tampoco les habían hecho caso. «Como a mi no me preguntaron cuando me bautizaron, ahora digo que no quiero estar en el registro de fieles, porque no sería coherente pedir el aborto libre y gratuito y seguir dentro de la Iglesia», agregó una de las demandantes.