En una tarde gris, el Paseo de la Alameda volvió ayer a cambiar de color. La Batalla de las Flors, que reunió a miles de valencianos, sembró el pavimento de la vía de más de un millón de clavelones de color naranja intenso que pusieron el broche de oro a una nueva edición de la Fira de Juliol. El concurso de carrozas, que no deja de ser una excusa para que niños y mayores se lancen mullidos y olorosos proyectiles, coronó a la poco tradicional «Que comience el espectáculo», de Carrozas Sánchez y tripulada por la Fallera Mayor Infantil de Valenica 2014, Claudia Villodre, y su corte de honor con el prestigioso Barón de Cortes. Es el segundo año que la carroza de la fallera mayor infantil gana esta mención especial. En las otras secciones se impusieron «Natura», de Vicente Demets en Especial B; «Aniversari», de Carrozas Carrero en Ordinaria A; y «Porcelona», de Carrozas Castillosa en la sección Ordinaria B.

La Batalla de las Flors fue ligeramente más corta que en otras ocasiones. Al menos la oficial, la que va desde un aviso pirotécnico a otro aviso pirotécnico. Porque cuando la organización ya había apagado la música y las autoridades abandonaban el palco, con miedo a que lloviera debido al aspecto del cielo, que fue empeorando conforme avanzaba la tarde, en muchos puntos del recorrido aún continuaban enzarzados en esta particular contienda amistosa. Y siguieron mucho tiempo después.

El festejo mantuvo el aire elitista que le ha caracterizado en últimas ediciones. El mundo fallero, que se ha apoderado del evento desde hace varios años, copaba los palcos, de pago, que se colocan en torno al recinto y desde los que se puede disparar los clavelones hacia las carrozas. Es el único punto desde el que se puede participar en la batalla, de tal modo que los viandantes que pasean por la Alameda tienen que contentarse con lanzarse algún que otro clavelón que salga despedido o bailar la música que acompaña el recorrido que este año comenzó al son de la banda sonora de Benny Hill.

El acto contó con una asistencia similar a la del año pasado, donde ya destacó por el poco público. Cabe recordar que la Batalla de Flors ha costado al consistorio más de 180.000 euros.