Siempre se ha dicho que la playa es uno de los lugares más románticos que existen y que las parejas de enamorados acuden a caminar por la orilla y por los paseos marítimos. Parece ser que la avenida de la Patacona, en Alboraia, se ha convertido en un reclamo para las personas que disfrutan del amor, ya que se ha instalado una escultura, obra de Concha Pascual, en la que se puede ver a dos amantes dándose un beso.

Gracias a este relieve algunas parejas han decidido colocar un candado con sus nombres con la finalidad de sellar para siempre su romance. La escultura acapara las miradas de personas de todas las edades, que muestran su curiosidad ante algo tan novedoso. «Es una obra muy moderna y que me ha llamado mucho la atención; es bastante curiosa», afirma Andrea Jiménez.

Una pareja de ancianos también se acerca al relieve y asegura haber conocido la obra por los medios de comunicación. A los dos les parece una idea «muy bonita». El hombre comenta que normalmente «se ponen los candados para que el amor no se rompa y, la llave, supongo que la tirarán al mar para que así la pareja no se eche atrás con su romance», sostiene.

Otros de los que se acercan a ver la obra de Pascual son Bea Muñoz y Juan Ballester. La joven pareja dice que la colocación del pasador puede ser «simbólico cuando, por ejemplo, vas a casarte», por ello, Ballester asegura que cuando «le pida matrimonio a mi novia, pondré un candado con nuestros nombres».

Víctor Palau, un vecino de Alboraia, por su parte, hace referencia al Puente de las Artes de París, que está desbordado por tanto candado romántico, y compara la idea de la Patacona con la estructura de la capital francesa. «Esta nueva moda me recuerda al puente que hay en París. Como allí, los enamorados llevan muchos años colocando candados con sus nombres, en Valencia no podíamos ser menos y por eso nos hemos apuntado a esta romántica costumbre», comenta.

Cabe destacar que la colocación del relive deriva de la inspiración en una novela. La escritora Clara Tena, bajo el pseudónimo «Geni Genial», ha publicado un libro llamado «La playa del primer beso», una historia que narra las relaciones amorosas en la vida de Laura, su protagonista. La escultora valenciana Concha Pascual creó la pieza para ilustrar la portada del trabajo de Tena.

La escultura, que ya alberga algunos candados, es una obra es un relieve de 55 x 70 centímetros que la autora moldeó en apenas veinte días. La idea que tienen tanto Tena como Pascual es que todos los 11 de agosto, a las once de la noche, «se acerquen las parejas de enamorados para darse un beso de amor junto a la escultura, y además, puedan colocar un candado como símbolo de su cariño».

La Patacona no es la única localización valenciana que cuenta con un espacio en el que se disponen los cerrojos, ya que algunos de los canales más escondidos del Parque de Cabecera también se han convertido en punto de encuentro donde los enamorados enganchan los pasadores con lemas que certifican su romance para siempre. Habrá que esperar a que «La playa del primer beso» siga llenándose de amor.