El Ayuntamiento de Valencia ha ordenado el cese de actividad del local donde se instaló a finales del año pasado la Asociación Musical Africana de Valencia, de la que es presidente el exfutbolista del Levante UD Félix Ettien. Se trata de un local situado en el polígono Vara de Quart que tiene licencia de «salón-lounge» y que ya fue clausurado en el año 2012 por desarrollar una actividad más próxima a una discoteca. El consistorio entiende, precisamente, que tanto la actividad anterior como la que desarrolla ahora bajo el título de asociación son «actividades calificadas que necesitan licencia ambiental».
El local en cuestión es una nave situada en el número 3 de la calle Dels Ferrers. Felix Ettien montó allí un negocio con licencia de salón-lounge que le permite servir comidas y bebidas con un horario algo más extenso que el de un restaurante. La Policía Local, sin embargo, comprobó que su actividad se asemejaba más a la de una discoteca y después de abrir varios expedientes terminó clausurándolo. Presionando para que fuera así estaba también una discoteca de Massanassa dedicada a la música negra, a la que le hacía la competencia.
Un año después, el ex futbolista marfileño afincado en Valencia volvió a intentarlo y en diciembre del año pasado abrió de nuevo el local como sede de la Asociación Musical Africana de Valencia, comunicando a la Junta Municipal de Patraix la actividad propia de este tipo de entidades, concretamente «reunir y difundir la música y la cultura africana mediante reuniones y otras actividades y eventos», es decir, «reuniones y actividades musicales, conferencias, exposiciones de música, arte y difusión de tradiciones africanas».
Esa solicitud, sin embargo, fue denegada en virtud de informes técnicos que consideran que se trata de una «actividad calificada sometida a licencia ambiental». No se trataría, dicen, de una actividad «inocua y de régimen privado», sino de una actividad «molesta». Según los informes policiales, el local tiene altavoces y amplificadores, puerta exterior abierta, pista de baile y «control de admisión de socios que se inscriben a la entrada», aunque carece de cajas registradoras y no se venden consumiciones.
Así mismo, se trataría de una licencia incompatible con la que ya tiene el local como salón-lounge, «de inequívoco carácter público».
De hecho, el expediente se remitió a los servicios centrales para anexionarlos al otro expediente abierto a este local «por evidentes razones de conexión fáctica y argumental».
Las alegaciones
Abierto el trámite de alegaciones, Ettien explicó que no puede confundirse una cosa con otra, pues se trata de actividades distintas y para salón-lounge ya tiene licencia. También ratifica que la entrada está limitada a socios y que la actividad«no produce molestias, ni afecta a las normales condiciones de salubridad e higiene, ni implica daños o riesgos graves a personas y bienes». Presenta fotos, incluso, del interior del local, con imágenes de líderes africanos, banderas de distintos paises, máscaras y esculturas africanas.
Pero tampoco ha sido suficiente. El Ayuntamiento de Valencia entiende, en base a los informes policiales, que se trata de una actividad molesta sometida a control ambiental, por lo que debe solicitar licencia como tal. Su decisión final, pues, es ordenar el cese de la actividad, advertir a la policía de que esté vigilante y reservarse acciones judiciales si no cumple. Así mismo, pone los hechos en conocimiento de la Conselleria de Gobernación de la Generalitat Valenciana por si se hubiera cometido alguna infracción administrativa.
