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Desperfectos

Cacsa atribuye la rotura del trencadís del lago al calor y a la química del agua

Prepara para octubre un vaciado del estanque y una reparación de las piezas desprendidas

La Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) admitió ayer el desprendimiento de piezas de cerámica en el trencadís del lago y lo atribuye a los cambios de temperatura, a los tratamientos químicos del agua y a la «acción física de los sistemas de limpieza del fondo». Asegura, no obstante, que su reposición se hace de forma rutinaria con la complejidad lógica de tener que vaciar todo el estanque. El próximo mes de octubre está previsto que se haga una operación de esas características.

Como denunció ayer este periódico, los problemas del trencadís en el Palau de les Arts no son los únicos de este tipo a los que tiene que hacer frente la Ciudad de las Ciencias. También los bordes de los estanques tienen levantadas decenas de piezas de cerámica que dan una sensación de degradación al visitante. La propia entidad asegura que la conocida como «viga borde» de los estanques» es una de las zonas que «mayor degradación sufre».

En este caso, sin embargo, la causa no es, al parecer, ni lo inapropiado del material para este tipo de lagos, ni una mala planificación del arquitecto Santiago Calatrava. Según fuentes de Cacsa, la causa es el calor, los trabajos de limpieza y «la acción del agua tratada químicamente para que se mantenga en los parámetros recomendados por la ley».

Según las fuentes consultadas, estos desperfectos se arreglan periódicamente, con la particularidad de que hay que vaciar el lago y que eso suele hacerse cuando hay varias intervenciones pendientes para minimizar el impacto visual que produce el estanque vacío.

Eso suele hacerse, por tanto, en temporada baja y en la actualidad se ha planificado un vaciado para el mes de octubre. Todos los años, dijeron las fuentes, se realizan este tipo de trabajos. De hecho, a lo largo del lago pueden verse zonas más claras donde se han repuesto piezas de cerámica levantadas.

A día de hoy la zona más afectada por este problema es la que pega al pasillo central que conduce al Museo de las Ciencias Principe Felipe, aunque piezas levantadas hay por todo el barde del estanque.

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