Eduardo Gómez García, abogado de profesión, es desde hace dos años coordinador del Consejo Local de Unión Progreso y Democracia (UPyD) en la ciudad de Valencia. Ahora, a nueve meses de las elecciones y con unas primarias de por medio, aspira a colocar al partido dentro de la corporación municipal y a dar un giro a la política local, que según sus propias palabras, necesita aire nuevo.
¿Cuáles serán sus líneas de trabajo?
Lo que más estamos trabajando es el tema de la participación ciudadana y la transparencia. Y estamos en una lucha sin cuartel contra la corrupción. Nuestro ideario político está basado en el sentido común, en no tener ideas prejuzgadas, ni dogmas ni favorecer el enfrentamiento político.
¿Aquí en Valencia se podría hablar mucho de transparencia, de participación, de corrupción...?
Por lo que respecta al ámbito municipal sí hay falta de transparencia. Los temas de corrupción hay que matizarlos. El ayuntamiento está rodeado de corrupción, pero no hay ningún concejal imputado en ninguna causa, así que no entraremos en ese terreno. Lo que sí es importante es la actitud del ayuntamiento con los ciudadanos, pues no fomenta su participación. Una prueba es que hace unos meses tuvimos que dormir en la puerta del ayuntamiento para que el ciudadano supiera que sólo seis personas pueden entrar a los plenos. Es una vergüenza. Las instituciones deben ser de todos los ciudadanos y no de un partido político.
¿Cual es el primer tema que tienen en su agenda?
Estamos sensibilizados con varios temas. Además de la transparencia, con el tema del Cabanyal, que nos parece una obsesión de Rita Barberá y que está afectando a la vida de los ciudadanos ya 16 años. Es una situación sangrante. También estamos sensibilizados con las víctimas del metro, con los temas de bienestar social, con el modelo de ciudad, que está equivocado... Estamos en muchas cosas.
¿Cómo valoran estos últimos años?
Hace ya tiempo que el ayuntamiento está navegado a la deriva. Se le ve cierta apatía, cierta desidia en todo y se mueve más mirando a las encuestas y a la actitud de Madrid. Creemos que esto afecta al ciudadano.
¿Y creen que es eso lo que veremos en los próximos meses?
Claro. Las encuestas coartan excesivamente la labor del consistorio y más la van a coartar en los 10 meses que quedan para las elecciones municipales. Ahora estamos escuchando la posibilidad de una reforma electoral y eso, junto con la decisión que tome la alcaldesa de presentarse o no, será lo que marcará la vida en la ciudad, que sigue teniendo defectos y carencias.
¿La posible reforma electoral cómo lo valoran?
Nos parece un franco retroceso, un retroceso casi absolutista. Si se llega a confirmar la reforma puede igualar este hombre (Rajoy) a Fernando VII. Es una componenda, un pucherazo o como se le quiera llamar. Y puede tener consecuencias muy graves, porque se cierra la puerta a la participación ciudadana. Es un tema muy grave, aunque no se ha materializado. Habrá que ver.
Con la ley actual y con los resultados de las últimas elecciones europeas, veo que UPyD puede ser bisagra (4 concejales) y dar el Gobierno al PP o a la izquierda.
Tenemos interiorizado que vamos a ser importantes, no sólo por un tema de número. Pero no estamos trabajando ni hemos nacido para ser bisagras ni para aceptar cargos o alcaldías. Lo que pase ya veremos. Si me preguntas qué pasará en caso de tener el Gobierno en nuestras manos, siempre lo decimos: no vamos a negociar con alguien que tenga imputados en sus listas, no vamos a aceptar cargos públicos a cambio de apoyar a nadie y nuestra forma de actuar será similar a lo que ha pasado en Asturias. Pondremos sobre la mesa un decálogo y el partido que acepte nuestras condiciones le apoyaremos.
