El presidente de los hosteleros de la marina real, Tomás Brández, confió ayer en que las obras de mejora de la conexión del paseo marítimo con el parque aterrazado y la zona de restaurantes del Veles e Vents, a través de cinco nuevas escalinatas, permitan dar vida a la marina por el día y poner freno al ocio nocturno y, especialmente, al botellón, una práctica que, según este restaurador, se ha trasladado de la playa de las Arenas al mismo entorno del Veles e Vents. Este edificio emblemático, que lleva el sello de David Chipperfield, saldrá a concurso a final de año para que lo explote un gestor privado.

Brández admitió ayer la difícil convivencia en la marina entre los locales de restauración y los de copas por el ruido y las molestias que la música producen a los clientes de los restaurantes. Brández reclama al ayuntamiento mano dura contra el botellón y propone controles de alcoholemia y endurecimiento de las sanciones, aunque al mismo tiempo solicita una ampliación de horarios de 1.30 a 2.30 para los restaurantes

Tomás Brández asegura que el Veles e Vents debería albergar varios usos, entre ellos, el empresario propone una escuela de hostelería. Brández hizo estas declaraciones tras la primera visita de Serafín Castellano, en calidad de Delegado del Gobierno, a la marina real. Castellano se reunió con el director general del Consorcio Valencia 2007, Pablo Landecho. Un encuentro definido como una «primera toma de contacto» en la que no estaba previsto abordar cuestiones como el plan financiero y la devolución de la deuda de más de 300 millones de euros al ICO.

Castellano visitó las obras de demolición de la base del China Team y de los edificios anexos al varadero, unos derribos con los que se libera en parte el frente marítimo y los edificios históricos ocultos por las construcciones efímeras de la Copa del América. Tras el derribo de la base china se ha recuperado la perspectiva del tinglado número 5. El derribo de las bases sur, entre ellas la china, permitirá a medio plazo crear una zona ajardinada de 12.000 m2 delante de los tingaldos 4 y 5.

La mejora de las conexiones de la marina real con la ciudad es uno de los objetivos del Consorcio Valencia 2007, que confía en que los cinco nuevos acceso en el parque del Veles e Vents potenciarán el uso ciudadano de esta amplia zona verde.