Varios pacientes que esperaban desde hace meses ser intervenidos y que por fin habían ingresado en el hospital de La Malva-rosa de Valencia para someterse a la intervención quirúrgica no llegaron ni a entrar en la sala de operaciones al averiarse el sistema de climatización y dispararse la temperatura en el interior del recinto quirúrgico, según pudo saber Levante-EMV de fuentes próximas al centro hospitalario.

La situación que se produjo el pasado lunes enrareció el ambiente entre los profesionales sanitarios, que se mostraron molestos ante el imperativo de tener que suspender intervenciones programadas porque el sistema de climatización había dejado de funcionar.

La Conselleria de Sanidad reconoció ayer que se había producido «una incidencia» en uno de los tubos de conexión del aire acondicionado lo que obligó a cerrar al menos uno de los quirófanos.

La incidencia afectó al quirófano número 6 que todavía permanece fuera de servicio, al no haberse podido reparar el fallo del circuito.

El hospital dispone de seis quirófanos para cirugía ambulatoria programada y de corta estancia donde se realizan intervenciones de Neurocirugía, Traumatología y Ortopedia, Cirugía General, Oftalmología, Otorrino, Maxilofacial, Cirugía Plástica y Urología y dispone de 25 camas de hospitalización quirúrgica.

El hospital de la Malva-rosa fue el primer centro de la red pública sanitaria valenciana que realizó cirugía ambulatoria y dependen estructuralmente del hospital Clínico de Valencia.

La avería el el sistema de climatización que ayer todavía estaba sin reparar afectó también al laboratorio que tuvo que remitir las muestras de sangre al del hospital Clínico al quedarse sin electricidad, según informaron a este rotativo fuente del propio centro hospitalario.

El personal sanitario del bloque quirúrgico se vio obligado a suspender intervenciones porque dentro de la sala no se podía maniobrar ni realizar ningún tipo de manipulación a los pacientes, ya que la luz de los focos contribuía aún más a que el calor fuera insoportable y facilitara la sudoración de los profesionales, lo que sin duda podía ocasionar problemas e infecciones en las heridas de los pacientes.

Todos los pacientes que están programados para el quirófano 6 fueron trasladados ayer a otras unidades quirúrgicas para ser intervenidos.

Por otra parte, el hospital Clínico no pudo sacar el lunes pacientes de la UCI que se encontraban estables y tenían que ser trasladados a una cama de una sala de hospitalización por la falta de plazas libres en el centro hospitalario, según indicaron fuentes próximas a las familias de los afectados.

De hecho, la Junta de Personal del hospital Clínico denunció hace unos días el caos de camas con pacientes ingresados que se vivía en urgencias por tener más de un centenar de plazas cerradas por el plan de vacaciones. El conseller de Sanidad, Manuel Llombart, indicó que se abrirían salas cerradas para poder alojar a los pacientes que lo requirieran.