Pedro M. Sánchez digería ayer los resultados de las primarias socialistas con la sensación de haber salido suficientemente bien parado, pero con mucha incertidumbre acerca de su futuro político, pues ahora la elaboración de las listas está en manos del secretario general y de la Ejecutiva. Su opción más clara es que la Agrupación de Abastos, que él lidera y que le proporcionó la única victoria parcial respecto a su contrincante, Joan Calabuig, le proponga para esa lista y esa propuesta sea valorada. «Lo normal es que se tuviera en cuenta mi trabajo de estos años, tanto en el ayuntamiento como fuera, y se valorara mi trabajo a la hora de hacer las listas», precisó Sánchez, quien entiende que en este tiempo «no lo he hecho mal del todo».

Reparto de cargos

Pero la realidad es que no tiene demasiadas esperanzas. «No creo que respeten nada», dijo, porque «los lermistas son muy sectarios y han ido ofreciendo cargos. Están vendidas hasta las alcaldías pedáneas», aseguró Sánchez, quien recordó, en cualquier caso, que «las primarias son para elegir el candidato y en enero se verá que pasa».

Ahora, su intención es dirigirse a todos los militantes que le han votado, que han sido 245, y tratar de lavantarles el ánimo». Él personalmente seguirá trabajando desde el partido y desde el Ayuntamiento de Valencia, donde comparte grupo con Joan Calabuig, como lo ha venido haciendo hasta el momento, explica. «Y si no voy en las listas de Valencia, estaré en otro sitio o me volveré tranquilamente a mi puesto de trabajo», dijo Sánchez aparentemente resignado.