El concejal socialista Vicent Sarrià denunció ayer la «absoluta inutilidad de la Generalitat» en la puesta en servicio del aparcamiento de Brujas y la «complicidad» del Ayuntamiento de Valencia que «lo único que ha hecho ha sido encubrirla». En estos términos se pronunció ayer el edil de la oposición tras la manifestación de los vendedores del Mercado Central que el lunes recorrió las calles del centro histórico hasta llegar a las puertas del Palau de la Generalitat.

«Demasiada paciencia han tenido los comerciantes y vecinos», recalcó Sarrià, cuyo grupo propuso hace un año que el consistorio asumiera la finalización de las obras del aparcamiento a través de la empresa pública Aumsa. «Lo que no es posible es que la Generalitat insista en recuperar su inversión cuando el gobierno autonómico debe dinero a la ciudad», remachó. Los socialistas entienden que el gobierno autonómico «ha incumplido sus compromisos con Valencia» y citó el plan de la muralla árabe y la finalización de la línea 2 de metro.

Por su parte, el portavoz del grupo municipal de EU en el Ayuntamiento de Valencia, Amadeu Sanchis, preguntará en el próximo pleno sobre las actuaciones que el ayuntamiento ha llevado a cabo desde 2011 en las denominadas «covetes de Sant Joan», recayentes a la plaza del Mercat.

En marzo de 2012, el entonces concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, aseguró que el problema de estas construcciones, cerradas y muy degradadas, es que son de propiedad privada y son muy pequeñas. El ayuntamiento instó a los redactores del plan especial de protección de monumentos del centro histórico a que estudiara la posibilidad de dar a les «covetes» una solución similar a la que se adoptó para la plaza Redonda, es decir, la agrupación forzosa de inmuebles para alcanzar la superficie mínima que la normativa para desarrollar cualquier tipo de actividad.

«Han pasado más de dos años desde entonces y lo cierto es que estas estructuras siguen deteriorándose», declaró Sanchis.

«Les Covetes» se encuentran debajo de la terraza de la fachada barroca de la Iglesia de los Santos Juanes, una de las zonas comerciales más antiguas de la ciudad, cercana a la Lonja y al Mercado Central. De hecho «les covetes» son un elemento que regula la relación del templo con la plaza.