La Policía Local de Valencia ya «ensayó» en el barrio de La Amistad un inventario de pisos de banco ilegalmente ocupados y un año después no se han dado soluciones, según explicó ayer la presidenta de la Asociación de Vecinos, Sol Romeu, que duda, por tanto, que ahora la Concejalía de Seguridad Ciudadana vaya a hacer algo más en Orriols, como ha anunciado.
La dirigente vecinal se refiere exactamente al conjunto de viviendas conocido como «Grupo del ayuntamiento» o «El Corralón», construido tras la riada de 1957 a ambos lados de la calle Yecla. Se trata de dos manzanas de pisos con varios centenares de viviendas y amplios patios interiores que están abiertos a la calle y se utilizan como aparcamiento por los residentes.
Según Sol Romeu, se trata de un grupo de viviendas altamente conflictivo que hace cuatro años «pudo ordenarse algo» mediante un plan en el que participaron cuatro concejalías y por el que se acordó pintar el interior del patio para regular el aparcamiento, limpiar periódicamente y mantener vigilancia policial para acabar con el menudeo de droga.
Pero hace un par de años aproximadamente surgió el fenómeno de «la patada en la puerta», es decir, la ocupación ilegal de los pisos que son embargados y abandonados por las entidades financieras. En este grupo de viviendas tuvo, de hecho, una inmediata repercusión e inmediatamente también los vecinos y la Policía Local empezaron a tener constancia de ello.
Así pues, los agentes, esencialmente la policía de barrio, recopilaron datos de todos los pisos que había sido ocupados ilegalmente y ya por aquellas fechas contabilizaron entre 25 y 30 casos, según Sol Romeu.
Esa información, añade, se envió «teóricamente» a sus superiores y «a día de hoy no sabemos nada». Lo que parece claro es que no ha habido ningún desalojo ni ninguna intervención en este sentido, explica.
En consecuencia, la dirigente vecinal hace dos apreciaciones respecto a los pisos de la «patada en la puerta». La primera es que el anunció de la Concejalía de Seguridad Ciudadana de que controlará los pisos de Orriols para presionar a los bancos no es novedosa, pues ya se probó en la Amistad. Y la segunda es que no ha habido consecuencia alguna, al menos para bien.
«Que no digan ahora que van a hacerlo porque aquí no han hecho nada. La policía sí ha hecho su trabajo y lo ha hecho bien, pero luego los jefes, o los de la policía o la concejalía, no han dado una respuesta», explica.
En la actualidad hay numerosos barrios de Valencia, entre ellos Orriols, Torrefiel o la Fuensanta, donde las ocupaciones de pisos de bancos se han convertido en un grave problema. Repercute en la convivencia de las comunidades de vecinos, que sufren roturas de puertas, enganches ilegales de luz e impagos de las cuotas de escalera; y en la seguridad de los barrios, pues en el caso de Orriols los vecinos han asegurado que se están produciendo muchos robos. Allí fue donde se pidió una intervención del ayuntamiento y allí se anunciaron los primeros trabajos organizados en este sentido.
