El Ayuntamiento de Valencia «volverá a subir» el año que viene el recibo del agua debido al «obligado» aumento del 5 % en la cuota que se paga por «la conservación y el mantenimiento integral de contadores». Según dijo la concejala del Ciclo Integral del Agua, Mª Àngels Ramón-Llin, la repercusión en el recibo «será muy pequeña», pero el grupo Compromís le ha afeado que se incremente el recibo en los tiempos que corren y con un IPC previsiblemente negativo.

La aprobación de las tarifas del año que viene se produjo ayer en el Consejo de Administración de Emivasa, la empresa que gestiona el agua de Valencia. Había elementos para pensar que el año que viene podría haber un sensible descenso. Hace un mes la concejala Ramón-Llin anunció que el Ayuntamiento de Valencia se ahorraría medio millón de euros por la bajada en la tarifa del agua que le suministra la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi); y hace apenas una semana anunció el descenso de la tasa Tamer en un 7 %, rebajas ambas que, según dijo, permitirían reducir el recibo del agua en la capital.

El recibo por partes

Pero no ha sido así. Bueno, al menos eso parece, porque certeza y cifras concretas no ha dado nadie. Quién sí se aventuró a hablar de subida y a denunciarlo públicamente fue el grupo Compromís, que, además, fue el único que votó en contra en el Consejo de Administración de Emivasa. Según la concejala Pilar Soriano, la empresa «congelará respecto al año pasado los conceptos de cuota de servicio, de consumo y los agrupados bajo la denominación de ?otras tarifas?, pero continúa aumentando un 5 % la tarifa de conservación y mantenimiento integral de contadores», que aportará a la empresa unas ganancias cercanas al millón y medio de euros.

Este aumento, asegura Soriano, se aplica tanto a los contadores en alquiler como a los que son propiedad de los consumidores, y responde al plan quinquenal aprobado en 2010, que preveía que la empresa prorrateara en cinco años el coste de la renovación de contadores.

«Estamos pagando ahora explica la concejala de Compromís los despropósitos de un equipo de gobierno que hace cuatro años, ya en plena crisis, aprobó una previsión de aumento constante del recibo del agua durante 5 años, una manera de asegurarle beneficios a la empresa privada, puesto que, de hecho, las ganancias que Emivasa prevé para el año que viene (1.364.063 euros) coincide plenamente con el beneficio que aporta la tarifa de contadores (1.363.766 euros)».

A juicio de Pilar Soriano, «continúa cargándose a las espaldas de la ciudadanía el ansia recaudadora de Emivasa y del ayuntamiento, cuando precisamente en un momento de crisis económica como el actual habría que abaratar el recibo de servicios básicos como el suministro de agua». Recuerda, además, que a final de año se prevé que el IPC sea negativo. De hecho, en los últimos meses ya ha mostrado una tendencia negativa: -0'3 % en julio, -0'5 % en agosto, y -0'2 % en septiembre.

Falta de datos

La concejala Mª Àngels Ramón-Llin, por su parte, admitió que podría haber un aumento del recibo, pero «muy pequeño, mínimo». No concretó, en cualquier caso, la cifra exacta, pues «no es una cosa que lleve yo», dijo.

Los otros dos grupos de la oposición, PSPV y EUPV, que votaron a favor de las nuevas tarifas de 2015, aseguraron haberles dado su aprobación en la creencia de que al final el recibo bajaría de precio.

Tanto Isabel Dolz como Rosa Albert, concejalas de ambos grupos y representantes suyas en el Consejo de Administración de Emivasa, se remitieron al punto en el que se habla de la reducción del coste del agua que compra el ayuntamiento a la Emshi.

No obstante, no pudieron concretar si la reducción que teóricamente debe trasladarse al recibo común compensa la subida del mantenimiento de los contadores. «A nosotros nos dijeron que el recibo bajaba, por eso votamos a favor, pero ya no sabemos realmente qué pasará», dijeron ambas. «Cuando venga el recibo lo veremos», precisó la socialista Isabel Dolz.