La llegada a la catedral de Valencia hace una semana de Nacho Martín, el que podría considerarse el primer peregrino del Camino del Santo Cáliz tras anunciar el Vaticano la concesión a la ciudad del año santo jubilar, ha generado expectación. La alcaldesa, Rita Barberá, tiene previsto recibir hoy al peregrino para conocer los detalles de su viaje de 35 días en los que ha recorrido a pie 686 kilómetros entre Somport y Valencia.

El Ayuntamiento de Valencia, tal como anunció la alcaldesa, quiere promover una ruta similar a la del camino de Santiago que permita recrear con todo el rigor histórico posible el viaje que hizo el Santo Cáliz desde Jerusalén a Roma y de ahí a Valencia, pasando por San Juan de la Peña. Una de las principales dificultades para consolidar el Camino del Santo Cáliz es la falta de referencias históricas que permitan articular la ruta y homologarla, así como la necesidad de una inversión mínima para poder acondicionar el trazado y señalizarlo correctamente con una imagen propia, para lo cual además sería necesaria la colaboración entre las distintas comunidades (Cataluña, Aragón y Comunitat Valenciana) por las que pasaría el camino.

Intentos por consolidar la ruta del Santo Cáliz, tal como informó este diario, ha habido varios. De hecho, en 2001 ya hubo dos peregrinos que hicieron la ruta Jaca-Valencia siguiendo el rastro del cáliz sagrado hasta Valencia. Fueron Francisco Climent y Matilde Sánchez, cuyas credenciales fueron selladas en la Catedral de Valencia.

La ruta que cubrió este matrimonio es la conocida como «Camino del Grial», que se creó a partir de una colaboración entre la Diputación de Valencia, la Gestora Turística de San Juan de la Peña y la Asociación de Amigos del Grial de Valencia. Esta ruta arranca en San Juan de la Peña (Jaca) y llega a Valencia, pasando por Teruel. La ruta que ha realizado Nacho Martín, técnico en creación de senderos históricos, es una variante que no pasaría por Teruel.

Las fuentes históricas sitúan que el cáliz pudo llegar a Valencia desde Barcelona en torno al siglo XV, a través de dos posibles trayectos; por un lado pudo enlazar Valencia por la vía Augusta -que atraviesa Castelló de norte a sur por el litoral-, o bien, por la ruta de Teruel-Alcañiz, que también discurre por el Alto Palancia.

En cualquier caso, tras la declaración del año jubilar del Santo Cáliz, que se celebrará en 2015, no sólo Valencia ha visto el filón. Otras ciudades, como Castelló y Zaragoza han olfateado la oportunidad de poner en valor su patrimonio histórico artístico y revitalizar el sector turístico reivindicándose como hito en la ruta del Santo Cáliz o grial.

El Ayuntamiento de Valencia apuesta por el turismo religioso en torno al Santo Cáliz y ha organizado para el año próximo varias actividades para promocionarlo, entre ellas una exposición y un libro. Valencia quiere afianzarse como meca del grial frente a otras ciudades como León, que le disputan la posesión de la reliquia auténtica.