En la última década las incineraciones se han disparado un 37 por ciento, según datos de la Delegación de Cementerios del Ayuntamiento de Valencia, que asegura que las causas de este aumento pueden deberse a la crisis ya que es más económica la cremación de un cuerpo que su soterramiento y «por un cambio de mentalidad de las personas, que estiman que es mejor y más higiénico este método que el tradicional», explicó la concejala Lourdes Bernal.

En total, durante el año 2014 se produjeron 3.844 cremaciones, que suponen un 57,45% de los citados servicios funerarios municipales, y 2.847 inhumaciones, que equivalen al 42,55% de lo servicios prestados a 1.203 varones y 1.644 mujeres.

Estas cifras no han variado mucho respecto al año anterior, ya que en 2013 la relación entre incineraciones y enterramientos era de 51% y 49%, respectivamente.

Otro dato curioso es el relativo a cuándo se producen los servicios funerarios. Los cementerios municipales prestan una media de 35 a 40 servicios al día en invierno, mientras que época estival, de junio a septiembre, caen hasta los 15 a 18 servicios al día.

El cementerio general de Valencia, por su extensión y unidades de enterramiento, es el camposanto municipal que agrupa mayor volumen de servicios funerarios frente a los cementerios de barrio (Cabanyal, Campanar y Grao) y los pedáneos (Benimàmet, Massarrojos y El Palmar).

Según cifras que maneja el Ayuntamiento de Valencia, el cementerio general tiene una capacidad de unos 300.000 nichos tras las sucesivas ampliaciones el nuevo sector 21 cuenta con 600 tumbas más, aunque el número de cuerpos enterrados es mucho mayor proque muchos de los nichos se reutilizan.