Mientras los vecinos del Cabanyal rendían homenaje a su patrón, el Cristo del Salvador, el pasado domingo por la noche, la imagen, custodiada por agentes de la policía local, pasaba a escasos 200 metros de una hoguera en plena vía pública, bueno, exactamente, en uno de los solares que es propiedad del Ayuntamiento de Valencia. Y los vecinos no daban crédito de la «pasividad» de los agentes al respecto. Por ello, ayer, la asociación de vecinos del Cabanyal-Canyamelar criticó, una vez más, la «dejadez» del ayuntamiento que gestiona Rita Barberá en uno «de los puntos que acumula mayor degradación en el barrio: venta de droga, constante acumulación de suciedad, juergas nocturnas estivales y en invierno las tradicionales hogueras». Se trata de la esquina de la calle Progreso con Amparo Guille, aunque no es el único punto de la zona afectada por la prolongación de la avenida Blasco Ibañez donde los vecinos aseguran que, de noche, cuando llega el frío, proliferan las hogueras.

«Este es un problema que se arrastra desde, al menos, cinco años. Y los vecinos ya no saben qué hacer. Sus constantes llamadas al teléfono de la policía local, no sirven para nada. En el mejor de los casos, acude una patrulla de la policía y tras comprobar lo que está sucediendo, pasa de largo», aseguraron ayer desde la entidad vecinal.

Y eso fue, justamente, lo que pasó el domingo, a partir de las 20 horas. «Los vecinos no paraban de llamarnos, indignados, por lo que sucedía. Mientras dos coches de la policía local iban custodiando el paso de la procesión del Cristo del Salvador de la Iglesia de los Ángeles, los vecinos comprobaban que sus llamadas al teléfono de la policía local no servían de nada. Incluso los avisos personales a la policía que custodiaba la procesión no sirvieron para que el asunto se resolviera o mereciera su atención. Al parecer la desgana de la policía local se centra en que son conscientes de la esterilidad de su trabajo, porque no hay instrucciones para acabar con esta situación que se repite día tras día. Los responsables políticos de la policía permiten algo que sería inimaginable en cualquier otro punto de la ciudad, pero que sucede de forma cotidiana en las calles del Cabanyal», explicaron desde la entidad vecinal.

Además, los vecinos criticaron que, según algunos turistas, «la policía les recomienda no pasear por las calles del Cabanyal porque es peligroso y eso es falso. La degradación que provoca la marginalidad produce sensación de peligrosidad, pero el auténtico peligro para los ciudadanos campa por otros lugares de esta ciudad. Y este barrio no va a desaparecer».