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Empresario y coleccionista

El arte "perdido" del Marqués de Campo

El consistorio programa cuatro conferencias para conocer mejor a José Campo, el alcalde que modernizó Valencia con agua potable, gas, pavimentación y ferrocarril con un fuerte mecenazgo

El arte "perdido" del Marqués de Campo

Dos siglos después de su nacimiento, la figura de José Campo Pérez, Marqués de Campo (Valencia, 22 de mayo de 1814-Madrid, 1889), cobra una nueva dimensión más allá de su conocida relación con el ferrocarril, el agua potable y el gas. «Le gustaba invertir en arte y presumir además de sus obras», sostiene Ana María Morant Gimeno, quien trabaja en una tesis doctoral que desarrolla en la Universidad de Castellón sobre el mecenazgo artístico en el siglo XIX. Centrada en el que fue alcalde de Valencia de 1843 a 1847, permite redescubrir a un hombre de negocios amante de la arquitectura y la decoración. «Favoreció a muchísimos artistas, la mayoría valencianos, incluso cuando ya no vivía aquí sino en Madrid», apunta Morant.

Una de las tantas muestras de su interés por el arte quedó patente en la Exposición de Barcelona de 1888. El pabellón del Marqués de Campo estaba realizado con cerámica de la Fábrica Nolla. «Una demostración más de su apuesta por lo valenciano», según Morant. Además de promotor arquitectónico, con la construcción de dos asilos «ex novo», estaba la labor de profunda remodelación que realizó en los cuatro palacios que habitó, en Valencia, Madrid, Viñuelas y Francia. «Los decoraba profusamente», mantiene.

Mariano Benlliure fue uno de sus protegidos más conocidos, pero no sólo él. También sus dos hermanos, los pintores José y Juan Antonio, recuerda Morant. José Gallel y Beltrán figura como otro de sus favoritos. A él, gran especialista en la técnica del fresco pero también del temple y el óleo, se encomendó para decorar las paredes y techos del Palacio de la plaza del Arzobispo, actual Museo de la Ciudad. Como Morant explica en su trabajo de investigación, con los diferentes propietarios y usos que se le dieron con posterioridad al edificio, «es difícil rastrear qué partió de su iniciativa y qué no». Todas estas incógnitas son las que Morant abordará el próximo martes, en la conferencia que lleva por título «El marqués de Campo, un desconocido mecenas y coleccionista de arte en la Valencia alfonsina», programada en la que fue su residencia familar y sede de sus principales empresas.

La desaparecida colección del marqués de Campo se nutrió con trabajos de Joaquín Agrasot, encuadrado dentro del realismo pictórico y el costumbrismo regional. A Plácido Francés „afamado retratista y decorador que trabajó en el salón de fiestas del palacio del marqués de Dos Aguas„, también le encargó un lienzo para el comedor. Rafael Monleón o Salvador Martínez Cubells fueron otros de sus «promocionados». Todos valencianos.

Un centenar de obras

Morant cifra en más de un centenar de obras de arte las que el marqués de Campo llegó a atesorar y que ahora deben de estar en colecciones particulares, al venderse tras su muerte. Compraba mucho y además cuadros de la gente que empezaba a darse a conocer en concursos y exposiciones, lo que deja patente su vertiende de «descubridor». «Esta serie de conferencias debería servir para concienciar también sobre la necesidad de recuperar parte de esos bienes», señala. Entre ellos un retrato de juventud de José Campo, que ahora sitúan en el almacén del asilo „ ahora Universidad Católica„, «y que está para restaurar». Recuperar piezas «auténticas» y los muebles de sus viviendas es el deseo expresado también en varias ocasiones por el historiador del arte Carlos Soler d'Hyver, sobrino tataranieto del marqués. «Parece mentira que en el museo que fue su casa no haya nada de él», incide Morant, quien recuerda que el salón estaba ricamente decorado «con muebles y cuadros impresionantes». «Insisto que cuando alquilaba o compraba casas realizaba fuertes desembolsos en las reformas. La villa de veraneo que tenía en Francia la decoraron los mejores artistas de la época», argumenta la historiadora y abogada en derecho familiar. En un intento por conocer mejor a este ilustre valenciano en el año del bicentenario de su nacimiento, el consistorio de Valencia ha programado cuatro conferencias que abordan los principales aspectos de su vida, y su faceta más oculta, la de mecenas.

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