La obra apenas ha durado dos días, pero los temblores que traían de cabeza a los vecinos y trabajadores que ocupan las plantas superiores de los edificios ubicados en la avenida Barón de Cárcer se han reducido. Así lo aseguraba ayer el concejal de Transportes del Ayuntamiento de Valencia, Alberto Mendoza, y lo ratificaban algunos de los trabajadores que ocupan el edificio ubicado en el número 48 de esta avenida. Y es que, aunque las vibraciones no han desaparecido, ni mucho menos, «es cierto que esta semana se notan mucho menos, tanto en frecuencia como en intensidad».

El aparcamiento de San Agustín decidió ponerse manos a la obra en cuanto recibió el requerimiento de la concejalía de Transportes. De esta forma, el pasado fin de semana „durante el viernes y el sábado„ diversos operarios rebajaron el resalte que originaba las vibraciones y reasfaltaron ese tramo. Además, Mendoza aseguró que la empresa que gestiona el primer aparcamiento que se hizo en esta avenida ya ha contratado a una ingeniería para que estudie en profundidad el origen de los temblores, en aras de solucionar el asunto de forma definitiva tras las quejas de los vecinos de la zona „que aseguran que tanto los edificios que dan a la misma avenida como algunos ubicados en la calle San Vicente, como el número 90„ notan vibraciones al paso de los autobuses o vehículos de gran tonelaje que provoca un movimiento en las fincas. «En principio, el aparcamiento de San Agustín ha acometido las obras que le solicitamos como medida urgente, además de contratar a una ingeniería para ampliar el expediente. Parece que los temblores ya se han reducido. En caso de que el problema continuara el ayuntamiento estudiaría otras posibilidades, como la que propone la Universidad Politécnica de reasfaltar todo el firme, pero parece que no va a ser necesario porque la mejoría ya es evidente», afirmó ayer el concejal de Transportes, Alberto Mendoza.

Los vecinos de la zona llevan años sufriendo las molestias que causa el tráfico al pasar por algunos tramos con deficiencias en el asfalto, que hacen temblar los edificios. Sin embargo, durante las últimas semanas, las vibraciones habían aumentado de forma considerable, afectando a la sede de la Conselleria de Bienestar Social y a la del Servef y a cuatro edificios más ubicados en el tramo existente entre los número 36 y 48 de la avenida Barón de Cárcer, a ambos lados de la calzada. Al parecer, el aumento de las vibraciones tiene su origen en una zanja que se abrió semanas atrás para revisar una junta de dilatación del aparcamiento y que se cerró dejando un resalte ahora eliminado.