El vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, apeló ayer al escrito de acusación del fiscal anticorrupción Pedro Horrach para defender su inocencia y anunció la presentación de dos recursos con los que pretende paralizar la apertura de juicio oral, paso que podría sentarle en el banquillo de los acusados y que además, siguiendo su propio compromiso, le obligaría a dimitir y poner fin a su carrera política. En este sentido, Grau lanzó un reto a los socialistas, que ejercen como acusación particular, y es que se comprometan a dimitir en bloque si ahora o después resulta absuelto.

En contra de toda previsión, ayer el vicealcalde de Valencia citó apresuradamente a la prensa para hablar del caso Nóos, proceso en el que ha sido imputado por los contratos que firmó con Inaki Urdangarín para la celebración de las tres ediciones de la Valencia Summit. Parecía, una vez más, que comunicaría algo sobre su situación personal. De hecho, en la sala de prensa había ambiente de dimisión. Pero una vez más no fue así. Junto a Grau compareció su abogado, Jesús Bonet, y el motivo era informar de los movimientos jurídicos con los que todavía trata de evitar sentarse en el banquillo.

Para empezar apeló al escrito de acusaciones del fiscal Pedro Horrach, quien ha pedido el sobreseimiento de su causa al no encontrar ilícito penal. «El fiscal es el que dirige la investigación policial, es el que aporta la documentación y el que conoce el caso en profundidad. Nadie tiene más conocimiento sobre esto», dijo Grau para poner en valor la decisión del ministerio público.

Quienes han pedido para él 11 años de prisión y 30 de inhabilitación han sido los socialistas, recordó Grau, quien afeó a sus contrincantes en el hemiciclo y ahora en los juzgados que «se escondan detrás del dinero de los valencianos» para justificar su acusación. Es más, aseguró que se trata de una maniobra política y calificó de «profiláctica» la petición de dimisión que repiten todos los días, por lo que les lanzó un reto: «Lo mismo que yo me he comprometido a dejar el cargo si se abre juicio oral contra mi, les pido que se comprometan ellos públicamente ante los valencianos a dimitir si soy absuelto».

Doble recurso

Y es que el vicealcalde de Valencia aun trata jurídicamente de forzar su absolución incluso antes de que el juez José Castro haga público el auto de apertura de juicio oral, en el que muy probablemente estaría incluido. Según explicó su abogado, Jesús Bonet, ha presentado dos recursos para, uno, pedir que el juez le relate por escrito el detalle de su imputación y así pueda proponer nuevas pruebas y, dos, que se archive al caso en lo que a él respecta.

Es más, Bonet advirtió que mientras no se resuelvan estos recursos no debería emitirse el auto de apertura del juicio oral, pues «si luego se aceptara su recurso todas esas actuaciones devendrían en nulas».

El letrado está convencido de que las acusaciones que pesan contra su defendido «son un delito imposible», pues «en la fundación hay cien votos, Grau solo congrega 17 y el contrato se aprobó por unanimidad». «El fiscal lo dice muy claro», recordó también Bonet.

El vicealcalde, por su parte, negó haber tenido nada que ver en la preparación de ese contrato con el Instituto Nóos. Según dijo, el proyecto le llegó a través de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) y ni él ni nadie del ayuntamiento se ha reunido jamás con el duque de Palma. «A Urdangarín lo he saludado una vez y fue protocolariamente», aseguró.

En este punto, los periodistas, que ayer hicieron un papel ciertamente fiscalizador, le recordaron la reunión de Rita Barberá y Francisco Camps con Iñaki Urdangarín en la Zarzuela, reunión que ha confirmado el propio fiscal, a quien Grau le atribuyó la máxima autoridad en esta causa. Y su respuesta fue una evasiva tras otra. No le consta, no sabe nada al respecto y en cualquier caso, «la alcaldesa puede reunirse con quien quiera».

Ayer precisamente, Rita Barberá tuvo que salir a defenderse de las muchas voces que la sitúan en el centro de esta causa y lo hizo remitiéndose al escrito del fiscal. «Las disposiciones finales no recogen ni una sola referencia a mi persona», dijo la alcaldesa, quien instó a «respetar los tiempos de la Justicia y dejar que ésta actúe». «Las precipitaciones informativas no van con los tiempos de la Justicia, no se puede prever nada», concluyó.