Ecologistas y colectivos ciudadanos han pedido la paralización urgente del suministro de aguas residuales depuradas de la planta de Pinedo a la Albufera de Valencia. Creen que cada metro cúbico que se vierte por este conducto bajo el objetivo aparente de «salvar» el espacio natural no solo sería ilegal al incumplir diversas normativas, sino que en realidad agrava los problemas que debería resolver.
Xúquer Viu y Ecologistas en Acción del País Valencià han denunciado conjuntamente ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil y la Fiscalía de Medio Ambiente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana «el vertido que sistemáticamente se está realizando desde la planta de tratamiento de aguas residuales de Pinedo al Parque Natural de la Albufera de Valencia con grave riesgo de producir daños ambientales irreparables».
La denuncia, presentada la pasada semana, resalta también que el presunto delito ecológico se estaría perpetuando por el incumplimiento del Real Decreto 1620/2007, de 7 de diciembre, por el que se establece el régimen jurídico de la reutilización de aguas depuradas, y de la Declaración de Impacto Ambiental con la que el entonces Ministerio de Medio Ambiente autorizó en 2006 la reutilización de las aguas residuales de Pinedo.
En el informe remitido a la Fiscalía se subrayan los valores medioambientales y la reserva de biodiversidad que alberga la Albufera y cómo la mejoría experimentada por el lago desde mediados de los ochenta se ha visto interrumpida por el descenso de los aportes de agua de buena calidad procedentes de los retornos de riego de la Acequia Real del Júcar.
La denuncia recuerda la existencia de un informe oficial elaborado por la Confederación Hidrográfica del Júcar a petición de la Comisión Europea: «Estudio para el desarrollo sostenible de l'Albufera de Valencia» en el que se fija en 23 microgramos /litros la concentración máxima de clorofila (indicador del nivel de eutrofización de las aguas del lago).
Para lograr este objetivo se requería mantener los retornos de riego del Turia y del Júcar en unos 137,2 hectómetros, «eliminar» los vertidos no depurados, «limitar» la entrada de efluentes de depuradora a 4,8 hm3 e «incorporar» 121 hm3/año de aportes adicionales del Júcar con una concentración media de fósforo de 0,016 mg/litro.
En total, la propuesta del estudio, que sirvió, por cierto, para desbloquear e incrementar las ayudas europeas a la construcción del trasvase Júcar-Vinalopó, arrojaba unas entradas totales de agua al lago de 253 hm3/año con una concentración media de fósforo de 0,047 mg/l.
La realidad está muy lejos de estos valores y Pinedo (agua de depuradora) está aportando en los últimos años 60 hectómetros cúbicos de agua «regenerada» que , además de introducir una carga de fósforo inasumible„ 0,5 miligramos por litro frente al 0,1 mg/l que marca la DIA, es insuficiente para mantener los niveles habituales del lago, como se ha visto este año.
Si no se modifica el plan hidrológico recientemente aprobado, los 60 hm3 de Pinedo representan el 36% de todo el volumen de agua que el Gobierno ha decidido dedicar a la Albufera.
