El presidente del Tribunal de las Aguas, Enrique Aguilar, manifestó ayer su preocupación por la recalificación de huerta prevista en la revisión del PGOU de Valencia. Aunque los síndicos del Tribunal de las Aguas, la institución de origen medieval que imparte justicia entre los regantes de las acequias del Turia, «es reacio a entrar en problemas de polítca», en esta ocasión han acordado movilizarse y presentarán alegaciones a la revisión del plan. Para Enrique Aguilar, los nuevos sectores urbanizables previstos en la huerta de Valencia son «una salvajada». «Suponen la destrucción de la mejor huerta que le queda a la ciudad».

No solamente es la périda de superificie cultivable, también es la destrucción del patrimonio histórico, entre el que se cuentran las canalizaciones y partidores de agua, lo que les preocupa a los síndicos. La Acequia de Mestalla, por su parte, también presentará alegaciones para que se respeten algunos tramos de acequias y para negarse a la nueva expansión de la universidad a costa de los agricultores. Enrique Aguilar lamentó que el ayuntamiento haya presentado una revisión que de nuevo olvida a los agricultores.

Per l'Horta ha solicitado al Tribunal de las Aguas de Valencia un pronunciamiento sobre la recalificación de la huerta alertando de que si desaparece que riega el Turia, el Tribunal de las Aguas, declarado Patrimonio de la Humanidad, pierde sentido y el reconocimiento de la Unesco peligraría. Los regantes también dicen sentirse apoyados por los profesores de la UPV contrarios a la recalificación por el «desprestigio» que supondrá para la institución.