Poble Nou ya no está en Fallas. La fiesta en esta pedanía del norte de la ciudad, que vive en torno al Camino de Moncada, terminó ayer con una jornada festiva en la que ardiera la falla que Guillermo Vicent, de 16 años, ha plantado por segundo año consecutivo en la Plaça del Poble. Aunque la pedanía no tiene tradición fallera, el ímpetu de Vicent, que quiere convertirse en artista fallero de manera profesional, se ha contagiado a todo el pueblo y ayer fueron muchos los vecinos que se acercaron a ver la «cremà» del monumento, a las 20 horas.

El día festivo se celebró con una semana de retraso porque el pasado sábado se canceló por las inclemencias meteorológicas. Ayer el sol brillaba con fuerza. La «plantà» se celebró a las 11 horas y al mediodía ya estaba preparada en la plaza. Después fue el momento de comer paella, a tres euros la razón. Para la tarde quedaron los actos más infantiles, como la «globotà» y la «xocolatà».

La «cremà» tuvo lugar a las 20 horas. El monumento, titulado «De major vull ser...», ardió con normalidad. El acto fue todo un éxito: la falla ardió con normalidad ante la atenta mirada de decenas de vecinos. En la «cremà» colaboró la cercana falla Jacomart de Torrefiel, muy ligada a la pedanía. Pese a que la celebración de las Fallas en Poble Nou es una tradición muy nueva, lo cierto es que ayer fueron muchos los vecinos que se acercaron hasta la plaza donde se ubica la Alcaldía pedánea para presenciar cómo ardía el monumento de Vicent, que ha conseguido contagar a toda una pedanía de su amor por las Fallas.

La fiesta, además, fue muy bien recibida por los vecinos, que disfrutaron de un día de Fallas más de una semana despùés del 19 de marzo. Además, no hubo una nube en el cielo, en marcadísimo contraste con la lluvia que descargó el pasado sábado sobre la cidad.

La alcaldesa pedánea de Poble Nou, Fina Flores, ya se planteó, hace unos días en este diario, organizar «algo más grande» si la celebración arraiga en esta localidad, donde ya han ardido monumentos dos años seguidos.