La Lonja, la Ciutat de les Arts i les Ciències, el Mercado Central o las Torres de Quart o de Serranos son solo algunos de los monumentos que ayer apagaron sus luces entre las 20 y las 21 horas para participar en la Hora del Planeta, una iniciativa de WWF que pretende concienciar sobre el cambio climático y la importancia de ahorrar en energía mediante el apagado simbólico de algunos de los monumentos más importantes del mundo.

Valencia lleva dos años sumándose a este proyecto, y ayer no fue una excepción. El Mercado Central, el Mercado de Colón, la Porta de la Mar, el Palau de la Música, además de los polideportivos municipales y las propias dependencias del ayuntamiento, entre las que se incluye el edificio de Tabacalera y los centros municipales del Observatori del Canvi Climàtic y la Bio-Oficina, se quedaron ayer a oscuras. La iniciativa nació en 2007 y desde entonces más de 7.000 ciudades y pueblos de 160 países y que este año nuevamente dejará a oscuras iconos mundiales como la Torre Eiffel, el Vaticano o las Pirámides de Giza, según explicaron ayer fuentes municipales.

Ahorro con el cambio de hora

El cambio de hora —la pasada noche a las dos los relojes se adelantaron una hora— permitirá a la C. Valenciana ahorrar 59 GWh de energía y ganar 135 horas de luz, según informaron ayer fuentes de la Generalitat. En total se ahorrarán unos 10 millones de euros, entre el ahorro en consumo doméstico y en el sector de servicios.