Las «visitas de finalización de obra» realizadas ayer por Rita Barberá a dos jardines de la Cruz Cubierta y l'Hort de Senabre serán recurridas por el grupo socialista al entender que son inauguraciones encubiertas que vulneran la Ley de Régimen Electoral, que prohíbe, desde la convocatoria oficial de elecciones, «realizar cualquier acto de inauguración de obras o servicios públicos». Este lunes fue el último día para cortar cintas rojas, sin embargo, la alcaldesa, que ha visto frustrarse varias primeras piedras previstas antes de elecciones, como la del Parque Central, quiere seguir pisando la calle.

La alcaldesa quePreguntada por el recurso anunciado por el portavoz socialista Joan Calabuig contra las visitas de ayer y otras que la regidora tiene previstas, Barberá aseguró que ella no va «a inaugurar nada». Argumentó que «puedo ir por la calle tranquilamente y mirar cómo está un jardín o una obra» y anunció que proximamente visitará las naves de la Cros «como cualquier persona». «¿O es que por el hecho de ser candidata no voy a poder entrar yo en otros lugares que si que pueden entrar los demás valencianos?».

El polideportivo de las naves de la Cros es una obra que ha estado varios años bloqueada por la crisis y que se financia con el plan Confianza.

Según Rita Barberá, «todas las campañas lo hemos hecho» así y censuró a la oposición por «intentar hacer política en los juzgados».

La alcaldesa tampoco quiso desvelar ayer a los medios detalles de su lista electoral. Todo apunta a que apurará el límite de quince días antes de la cita electoral.

Para Calabuig, las visitas de jardines y otras obras que está realizando o ha anunciado realizar la alcaldesa d«contravienen totalmente el espíritu de la ley» que plantea «con toda claridad que no se puede hacer uso de las instituciones públicas con la finalidad de utilizarlas como parte de una campaña electoral partidista». Calabuig anunció que recurrirán para que haya una confrontación electoral «con limpieza y claridad» y sin que el PP abuse de su posición de control de las instituciones. «Desde nuestro punto de vista es evidente que, una vez convocadas las elecciones municipales, estas visitas claramente tienen esa finalidad partidista electoralista», dijo Calabuig, quien las calificó de «inaceptables».