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Vecinos de Monteolivete denuncian que el mercadillo no tiene vías de evacuación

Una ambulancia no pudo atender a un vendedor que se desmayó porque no pudo acceder a la calle donde se montan los puestos de venta

Vecinos de Monteolivete denuncian que el mercadillo no tiene vías de evacuación

Los vecinos del barrio de Monteolivete han denunciado a este periódico que el mercadillo que todos los viernes se monta en la calle Finestrat no cumple con las medidas de seguridad mínimas ni cuenta con vías de evacuación en caso de accidente. Y ponen como ejemplo el suceso que acaeció el pasado 27 de marzo, cuando uno de los vendedores de los puestos sufrió un repentino desmayo y la ambulancia no pudo acceder a atender al hombre, que fue evacuado a un centro hospitalario casi una hora después. Tras diversos escritos dirigidos al Ayuntamiento de Valencia solicitando el traslado del mismo, el consistorio ha desestimado las peticiones vecinales.

Las quejas vecinales se producen desde hace tiempo, ya que el mercadillo lleva instalado más de una década. Al contrario que sucede en otros mercados ambulantes autorizados en la ciudad, el de la calle Finestrat ocupa ambas aceras, dejando un estrecho paso para los clientes y nulo acceso a los vecinos a sus garajes. Anteriormente los puestos estaban en la calle Escultor J. Capuz, pero el consistorio decidió trasladarlo a esta ubicación, pese a ser menos adecuada, denuncian los vecinos afectados.

En sus reiterados escritos al Ayuntamiento de Valencia, los vecinos han solicitado que al menos el mercadillo sea rotativo y que cada viernes se instale en una calle diferente del barrio, a lo que se han negado desde el consistorio.

«Algún día pasará algo grave y el pasado 27 de marzo estuvo a punto de pasar», explican los vecinos. Ese viernes, uno de los vendedores se desmayó repentinamente. Avisada la ambulancia, ésta no pudo acceder hasta el persona indispuesta y tuvo que trasladar la camilla entre la multitud hasta llegar al enfermo. La persona fue atendida en el suelo, junto a su puesto, donde le colocaron un gotero y recibió los primeros ejercicios de reanimación.

Tras más de una hora de espera y ante la incredulidad de vecinos, clientes y comerciantes, el vendedor fue por fin trasladado a un centro hospitalario. «¿Cómo se puede tardar tanto en atender a una persona? Si el mercadillo contara con las adecuadas vías de evacuación la ambulancia podría haber entrado a rescatarlo de manera mucho más rápida. Pero si llega a ser algo más grave, esta persona no lo cuenta», denunciaron los vecinos.

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