Un total de 180 valencianos partieron ayer en una peregrinación diocesana a Tierra Santa promovida por el Arzobispado y presidida por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares. Durante la peregrinación el cardenal entregará una réplica del Santo Cáliz que se venera en la Catedral de Valencia al Custodio de los Santos Lugares para colocarla junto al cenáculo donde Cristo celebró con sus discípulos la Última Cena, según fuentes del Arzobispado, que ha programado la peregrinación con motivo del final del Itinerario Diocesano de Renovación que se desarrolló en la archidiócesis entre los años 2010 y 2014.

Los peregrinos partieron ayer a primera hora de la mañana por vía aérea desde Valencia y el recorrido en los Santos Lugares incluirá, entre otras etapas, las visitas a Nazaret, al monte Carmelo, al monte Tabor, así como al de las Bienaventuranzas y una travesía por el mar de Galilea, según han precisado fuentes de Engrupo viajes, empresa organizadora. También acudirán al río Jordán, donde podrán renovar sus promesas bautismales.

Igualmente, los peregrinos visitarán, entre otras, las ciudades de Jericó y Belén, el desierto de Judea, la iglesia de Marta y María en Betania y, ya en Jerusalén, recorrerán la Vía Dolorosa donde realizarán el Vía Crucis, y visitarán la Puerta de San Esteban, la capilla de la Flagelación, el convento del Ecce Homo y el huerto de los Olivos. Además, los peregrinos participarán cada día en una misa en aquellos santuarios que visiten.

Esta actuación del Arzobispado viene a reforzar la progresiva difusión que está teniendo el Santo Cáliz de Valencia, al cual se dedica en estos momentos una gran exposición monográfica en el Almudín. También se impulsa una ruta de peregrinación para poner en valor la singularidad de esta importante reliquia.