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Entrevista | Fernando Giner

"Ni descarto nada ni buscamos sillones"

El candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Valencia admite haber votado a Rita Barberá «alguna vez», aunque en 2011 ya no, y fija una «línea roja» ante un escenario de pactos: la corrupción

"Ni descarto nada ni buscamos sillones"

¿Pesa mucho la llave del Ayuntamiento de Valencia?

¡Bueno, eso dependerá de los ciudadanos!

¿De los ciudadanos o de Ciudadanos?

Lo primero es respetar la voluntad popular el 24-M. Lo segundo pasa por nuestro Comité Nacional, donde analizaremos lo que pasa ese día. Tenemos unos principios claros: la transparencia ha de estar presente en cualquier relación y no se puede llegar a ningún acuerdo con nadie que esté implicado en un caso de corrupción. Ésa es una línea roja que no podemos traspasar. Dicho esto, creemos en una nueva política donde lo importante es el acuerdo para colaborar por el ciudadano. Podemos estar de acuerdo con unos en un tema, y con otros para otra cuestión. No buscamos ningún sillón, sino soluciones para los ciudadanos. Y estamos dispuestos a renunciar a esos sillones si no se cumplen los requisitos mencionados. Vamos detrás de los proyectos, no de los pasteleos.

¿Por qué Valencia necesita un cambio de gobierno?

Necesitamos un cambio tranquilo y sensato. En los últimos cuatro años, el gobierno municipal ha estado más pendiente de sus asuntos internos y de corrupción que del gobierno. No existe un proyecto estratégico para la ciudad, que necesita también un nuevo estilo de gobierno y un planteamiento de ciudad para el 2025 que la sitúe donde se merece.

Disculpe la indiscreción: usted habrá votado a Rita Barberá.

En las últimas elecciones europeas voté a Ciudadanos.

Pero a Rita Barberá la habrá votado alguna vez?

Alguna vez.

¿Y se arrepiente?

Yo he votado a varias opciones políticas, y lo hecho, hecho está. En 2011 ya no la voté?

¿Y por qué ahora considera que no hay que votarla?

Porque, como he dicho, en los últimos cuatro años han estado completamente enredados en asuntos internos y de corrupción. La corrupción ha sido una constante en Valencia. ¿Se han resuelto los problemas de corrupción? Lo que nos preocupa son dos cosas: que no es una persona ni dos, sino que la corrupción se ha incrustado en el sistema, y que se hace muy poco por solucionarlo. Ésta es la primera vez que estoy afiliado a un partido político. Y creo que el cambio es natural. La búsqueda continua del sillón aburguesa, te aleja de la realidad. No hay nada como la alternancia.

La gente querrá saber antes de votar si Ciudadanos facilitará la renovación del PP en la alcaldía de Valencia si de usted depende.

Tenemos un Comité Nacional de Pactos?

Pero si depende de usted?

Yo soy un hombre de Ciudadanos. No queremos ningún sillón y no queremos pasteleos. Y lo que es más importante: no podemos apoyar a ningún partido o persona que permita casos de corrupción. Miraremos siempre la solución para el ciudadano. Estamos dispuestos a renunciar a los sillones.

Con lo cual, no descarta un pacto con el PP.

Ni con ninguna otra organización.

No descarta nada.

Nada. Pero lo que tenemos claro es lo que no vamos a hacer. Y no es ninguna ambigüedad. Estamos dispuestos a renunciar a los sillones que nos puedan otorgar los ciudadanos si eso va contra nuestros principios: que no haya corrupción, que haya transparencia y mucho diálogo. A partir de ahí, tendremos que ver quién está y quién no está. Ésa es mi palabra. El votante de Ciudadanos puede estar tranquilo de que en ningún momento apoyaremos a ninguna postura, persona u organización que tenga corrupción en sus filas. Pero que quede claro: ¡el alcalde quiero ser yo! Y me presento para que los valencianos me den su apoyo.

Como experto en marketing, ¿cómo se vende?

Como soy.

¿Y cómo es?

Trabajador, no vengo de la política, soy autónomo, sé lo que es tener que hacer frente a los proveedores, sé lo que es la soledad del autónomo, y sólo prometo lo que puedo prometer. Además, no hay nada que me ate más que el servicio público. He estado veinte años en la Casa Caridad de forma gratuita. He sacado tres ediciones de emprendedores de forma altruista. Lo he hecho por una vocación de servicio público en la que creo.

Otros dos elementos de marketing: no lleva corbata y ha empezado su recorrido por el Cabanyal. Dos símbolos.

La corbata la he dejado después de trabajar toda la mañana desde las ocho en mi despacho. Y esta tarde doy cinco horas de clase. Ésa es la nueva política. Y sí: ¡claro que he ido al Cabanyal! Es un hecho evidente que no ha habido diálogo con los vecinos en esta cuestión. Se está permitiendo la degradación económica y social por salirse con la suya el consistorio. Y eso no lo vamos a permitir.

¿Ciudadanos es de derechas o sólo lo parece?

¿Qué es ser de derechas y qué es ser de izquierdas?

Usted lo dirá?

En 1978, España precisó de un partido capaz de recoger gran parte de las inquietudes políticas que tenía la sociedad: la UCD. Se situó en el centro. El centro es muy ancho. Ahora estamos viviendo una segunda Transición. ¡Ya está bien del bipartidismo! Ahí está Ciudadanos, en el centro político para poder moverse en función de los problemas y proyectos de unos y de otros. Todo ha cambiado. Las nuevas tecnologías, por ejemplo, han transformado nuestra sociedad. Es la sociedad 2.0.

¿Y Ciudadanos es la derecha 2.0?

Somos un partido de centro 2.0.

Para una persona que viene de Casa Caridad será difícil encajar la propuesta de su partido de no dar atención universal hospitalaria a los inmigrantes.

Aquí en España a nadie le va a pasar nada.

¿Pero a usted le gusta?

En lo fundamental, todo el mundo va a estar atendido. Y España ha de tender a homologarse con Europa en todos los campos, que valoran la solidaridad y el Estado del Bienestar.

¿De verdad usted hubiera tomado la misma medida? ¿No hay ningún resquicio del ideario de Ciudadanos que le moleste?

Lo importante es estar de acuerdo con los idearios. Luego se puede ir ajustando. A nadie le va a faltar lo fundamental. Pero tampoco tiene sentido un ciudadano en situación ilegal durante ocho años.

¿Qué primera decisión tomaría como alcalde?

Creo que el alcalde de Valencia debe ir a Castelló y Alicante.

¿Como primer gesto?

Sí, para demostrar el compromiso de integración de toda la Comunitat Valenciana.

¡Parece que vaya para presidente de la Generalitat!

No, es para presentarse allí con toda la humildad y sin altivez. Luego hablaría con todos los cabezas de lista. Y presentaría el plan estratégico de Valencia para 2025. Integración, diálogo y estrategia.

¿Qué grupos, zonas o corrientes culturales se han quedado excluidas de Valencia?

La estrategia de grandes eventos se quebró, en los últimos años se enredaron en asuntos internos y de corrupción y ahora la ciudad está desnortada. La ciudad no tiene proyecto. Nos preocupan los barrios. Se ha perdido el diálogo. Me inquieta el cuidado de la huerta. No me gusta el Plan General de Ordenación Urbana, porque el futuro de la ciudad es más de rehabilitación que de construcción. Y hay cuatro colectivos que especialmente me preocupan: los 100.000 estudiantes que tenemos, los mayores de 50 años sin empleo, los trabajadores y autónomos en precariedad y las mujeres divorciadas con hijos. Todo eso hay que solucionarlo.

¿Podría ser el vicealcalde de Rita Barberá?

No me preocupa en absoluto. No estoy detrás de ningún puesto. Estoy concienciado de que es algo que seguramente tendré que renunciar aunque los electores lo apoyen, porque no vamos a traspasar ninguna línea roja. Que quede clarísimo. Mira, cuando leí el programa de Ciudadanos, pensé: «Esto lo podría haber escrito yo. Esto es el futuro de mis hijas».

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