La Asociación de Vecinos de El Grau asiste con impotencia a la venta de entradas para el festival Mare Nostrum, programado para el 11 y 12 de julio en los terrenos de Adif junto al Puerto, mientras en el Ayuntamiento de Valencia se les asegura que el evento no se celebrará. Así lo apuntaba ayer Jesús Vicente Andrés, presidente de la A VV, quien está pendiente de una reunión en la Conselleria de Gobernación para abordar el tema de los macrobotellones en en la zona del El Grau-Port. Desde el consistorio se les insiste en que es la administración autonómica quien concede las autorizaciones, mientras que la policía local y la nacional coincidían en el encuentro mantenido hace quince días que sus informes son desfavorables a la realización de este tipo de megafiestas, por los problemas que generan. «Cuando le comenté a Alfonso Novo „ teniente de alcalde„ el tema, me pidió tranquilidad y me garantizó que el macrobotellón no se realizará pese a la venta de entradas», comenta Jesús Vicente, quien asegura que tenía como testigo al intendente del Marítimo, Alainez.
Lo cierto es que los vecinos no van a desistir en sus intentos por abortar el macrobotellón que se les viene encima. «Cuando acabó el del año pasado nos dijeron que sería el último y ahora dejaran que se celebre éste y volverán a pasarnos con las mismas promesas», lamenta Vicente, quien no se cansa de criticar el olvido al que les somete el equipo de gobierno municipal. Como se recordará, el verano pasado, con la música atronando cada día durante casi 12 horas seguidas, varios vecinos tuvieron que abandonar sus domicilios ante la imposibilidad de dormir y marcharse a otras a residencias familiares para poder conciliar el sueño. La basura que quedó en el recinto fue otro problema añadido.
«En la última reunión con los cuerpos de seguridad, en la que estaba el concejal de seguridad ciudadana Miguel Domínguez ni siquiera abrió la boca al respecto», recuerda Vicente, quien aprovecha para denunciar la plaga de mosquitos que sufre la zona. «Detrás de las naves está lleno de charcos, humedades y suciedad, parece una marjal. Estamos hartos de escritos y denuncias al respecto, pero nadie hace caso», insiste.
