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Denuncia

Los vecinos de Monteolivete piden más participación y menos gastos políticos

Asistentes al debate político critican las vacaciones de Barberá con escoltas y los viajes de Beneyto

Los vecinos de Monteolivete piden más participación y menos gastos políticos

Los vecinos de Monteolivete quieren participar en la vida política y ayer lo dejaron bien claro en un debate organizado por la asociación de vecinos del barrio donde el aforo se quedó más que pequeño. Los participantes políticos „Amadeu Sanchis por EU, Giuseppe Grezzi por Compromís, Vicent Sarrià por el PSPV y Mª Àngels Ramón Llin por el PP„ estuvieron a la altura de un debate que se crispó en determinadas ocasiones en temas relacionados con gastos «superfluos».

De hecho, Ramón Llin y Grezzi se enzarzaron en dos ocasiones: cuando una mujer planteó cuánto habían costado los escoltas que Rita Barberá se llevó en vacaciones y cuando otro vecino hizo referencia al gasto que ha acumulado Mayrén Beneyto durante cuatro años en gastos de representación „comidas y viajes„ como presidenta del Palau de la Música, mientras él acababa de abonar 200 euros por el IBI de su vivienda. ¿A dónde va nuestro dinero?, preguntó el vecino indignado.

Ramón Llin no supo contestar sobre el coste de los escoltas, y alegó a que «la alcaldesa estaba amenazada por ETA». Sin embargo, Grezzi dio la cifra de 9.000 euros, y el moderador del debate tuvo que intervenir ante las interrupciones de Ramón Llin que aseguraban que la cifra era «mentira». Una situación similar se repitió momentos después cuando la crítica se centró en el gasto acumulado por Mayrén Beneyto en viajes y comidas durante cuatro años (que ascienden a 64.000 euros). Eso sí, el concejal socialista Vicent Sarrià aprovechó la ocasión para criticar «el saqueo de Emarsa» y el concejal de EU, Amadeu Sanchis hizo lo propio con el caso Nöos y los dos millones de euros «que el gobierno de Barberá ni siquiera ha reclamado». Ramón Llin sacó pecho por su grupo municipal, por la alcaldesa y por su partido. Enumeró las inversiones realizadas en una ciudad «que nunca se acaba y donde siempre quedan cosas por hacer». Sarrià, sin embargo puntualizó: «solo el 25% de las inversiones previstas en los barrios están ejecutadas». Sin embargo, uno de los asistentes al debate planteó: «Nos encontramos frente a un grupo político que lo hace bien y otros que aseguran que lo harán mejor. Pero ¿qué pasa cuando las promesas no se cumplen?». Y, por primera y única vez, gobierno y oposición estuvieron de acuerdo: la clave es la participación ciudadana. Eso sí, Ramón Llin recalcó la «fluida relación» que ha mantenido el ayuntamiento con las asociaciones de vecinos mientras la oposición tildó de «clandestinas» las juntas de distrito.

Por ello, Sarrià aseguró una reforma del reglamento de participación, Grezzi se comprometió a celebrar asambleas en los barrios una vez al mes y Sanchis propuso referéndums o consultas ciudadanas «en las inversiones más importantes para los barrios». Eso sí, los vecinos mostraron interés por temas de lo más variado. Desde el CIES de Zapadores hasta los Tratados de Libre Comercio.

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