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Festejos

De colores se visten las clavariesas

La honorable clavariesa vicentina crea una nueva tendencia en la indumentaria festiva al lucir un vestido de color en la procesión cívica - «Es un acto matinal y alegre. Había que salirse de la tendencia del negro» asegura su indumentarista

De colores se visten las clavariesas

En una fiesta normalmente inmutable como la de San Vicente Ferrer, cualquier novedad se convierte en acontecimiento. Y este año había tela que cortar y nunca mejor dicho, porque precisamente uno de los momentos inusuales estaba relacionado, precisamente, con la indumentaria tradicional. La Honrable Clavariesa, Carmen de Rosa, rompió la norma habitual y presidió la Procesión General con un vestido que incluía un elemento hasta ahora casi inédito: el color.

Porque, obviamente, de algún color van aquellas que ostentan la clavaría. Y, de hecho, lo del pasado lunes es el último salto dentro de una tendencia que estaba amagando en los últimos años. Y que tuvo, seguramente, su exponente en la honorable de 2011, María José Gimeno, que llevó un traje en el que los tonos blancos predominaban sobre el negro. En otras ciudades o pueblos, el traje de clavariesa elude los negros y grises. El pasado lunes, Carmen de Rosa llevó un vestido en el que el color dominante era el malva.

Una apuesta personal de su indumentarista de cabecera, José Polit, quien se lo puso sobre la mesa y la contestación de la presidenta del Ateneo fue que «si tu tienes confianza, yo también».

El responsable de la firma En Hilos de Seda explica que «la procesión general es un acto matutino, normalmente con mucho solo; es un acto alegre dentro de la solemnidad. Además, es una ofrenda, no una misa. Pensamos que darle una nota de color era estar en consonancia con el estado de ánimo del momento. La verdad es que tanto Carmen como nosotros hemos recibido muchas felicitaciones. Si la idea ha gustado, bienvenida sea». La tela es una seda de Catalá «no tiene un nombre en especial» en el que el malva y el negro se combianaban en forma de "pata de gallo" y se acompañaba de un fajín pespunteado, también malva rematándose con los elementos en negro para la lógica cuota de solemnidad: «mantilla, guantes, zapatos y medias». Como joyas, tan sólo unos pendientes largos.

Poderoso es el contraste de un acto que se ha convertido casi más en una ofrenda fallera que vicentina entre los colores alegres de las falleras y los negros de la clavaría. Donde hay todo tipo de variedad de confecciones. «Yo también soy vicentino y la verdad es que ves trajes de todo tipo. Algunos, totalmente ortodoxos y lógicos. Hay algunas que, sinceramente, van lo más parecido a disfrazadas». ¿Cuales son para José Polit las normas básicas del traje negro? «No ir desmangada, que la falda, si es corta, caiga algunos dedos por debajo de la rodilla, nunca una "mini", escote amplio». Carmen de Rosa llevó por la tarde, a la procesión general, un traje negro «este sí, porque era un acto solemne, largo, con falta en tres cuartos y escote de pico». Polit tambien vistió de forma parecida a la hija, Carmen Sancho de Rosa, que desfilaba con los Niños de San Vicente.

¿Marcará esto una tendencia para el futuro? Sólo el tiempo lo dirá. «No lo pretendemos. Simplemente, que quien lo lleva esté a gusto y que no suponga nada que esté en contra de la lógica».

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