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«Si al menos repercutiera económicamente en la pedanía...»

El alcalde pedáneo expresa su deseo de que este tipo de actos supongan «una inyección económica»

Mientras los operarios de la empresa organizadora de las paellas universitarias de 2015 se afanaban en limpiar tanto el Multiespai como la pedanía, los vecinos de la Punta amanecían en un día en el que la población de este municipio al sur de Valencia se multiplicó por diez. El alcalde pedáneo, José Planells, reconocía que la empresa trabajó bien «y limpió durante todo el día de ayer —por el viernes—». Sin embargo, su reivindicación, aunque con la boca pequeña, va dirigida a los organizadores: «Si al menos este tipo de eventos repercutieran en la pedanía... Estaría bien que hubiera una inyección económica, en la falla o algo así».

En general, Planells asegura que no ha recibido quejas concretas de los vecinos. «Es lógico que hubiera quejas por el tema de los accesos. Si la gente entrara dentro del recinto y permaneciera dentro del recinto, el problema existiría pero entre comillas. Pero hay gente que hace botellón frente al evento», explicó ayer el alcalde pedáneo que, además, destacó que «a nadie» le gusta ir con el DNI «para poder entrar en su casa». Planells alabó el comportamiento de los participantes, «universitarios, en líneas generales, gente que parecía bastante civilizada».

El viernes transcurrió con relativa normalidad en la Punta, pero cuando los jóvenes abandonaron la pedanía en torno a las 20 horas —y muchos de ellos acudieron al centro comercial El Saler, situado en las proximidades, para comer en un restaurante de comida rápida—, los restos del botellón aún eran visibles en muchos puntos de la pedanía. Desde ese mismo momento, los operarios de limpieza de la empresa organizadora comenzaron a retirar las toneladas de basura, pero el trabajo continuaba ayer por la mañana. Pese al vallado de las propiedades privadas de los vecinos de la Punta, una de las quejas más reiteradas era el uso, por parte de los participantes en las paellas universitarias, de las paredes de las casas y alquerías de la zona como si fueran un retrete, en ocasiones orinando en ellas. Los vecinos tuvieron que limpiar ayer por la mañana las paredes de sus casas de los orines de los jóvenes, aunque fueron casos aislados según han contado varios vecinos a este diario.

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