Familiares de la joven de 19 años que el pasado viernes por la noche fue arrollada por un tranvía en la avenida de los Naranjos se acercaron ayer hasta el lugar del siniestro para poner unas flores en recuerdo de la pequeña Lucía Heredia, quien falleció horas más tarde en el Hospital Clínico.
La joven iba en compañía de su prima de 15 años, quien portaba un teléfono móvil con el que iban escuchando música, según reconocieron sus familiares. No obstante, consideran que pese a la distracción de las adolescentes, el accidente se podía haber evitado. «El maquinista tenía que haberles avisado con el pito. Las tuvo que ver por obligación», asegura Juana, tía de la fallecida.
Asimismo, también criticaron que el conductor del tranvía iba «demasiado rápido» y que, al parecer, «iba con una chica hablando dentro de la cabina». «Se ve que tenía prisa por ir al retiro, iba muy ligero», añadieron en este mismo sentido.
La prima de la fallecida, que presenció muy cerca lo ocurrido y también estuvo a punto de ser atropellada, padece un trauma psicológico y ha tenido que ser atendida en el hospital.
