La sección tercera de la Audiencia de Valencia ha condenado a Maria Begoña N. S., administradora de una academia de inglés de Valencia, a tres años y seis meses de cárcel por un delito de estafa. La mujer, que llegó a organizar varios cursos de idiomas para el Ayuntamiento de Valencia, también deberá indemnizar a la Universidad St Andrews de Escocia con un total de 317.283 euros por los servicios prestados por esta entidad académica que la acusada no llegó a abonar.

La sentencia considera probado que Maria Begoña contactó en mayo de 2002 con la la Universidad de St. Andrews, con sede en Edimburgo, para iniciar «un proyecto de cooperación de intercambio de estudiantes» aunque, como el centro no preveía este tipo de actividades, «establecieron las bases para la organización de cursos de inglés para estudiantes españoles en julio y agosto». Ese mismo año, la ahora condenada «concertó con la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Valencia las actividades idiomáticas y culturales incluidas en el Programa Lingüístico de la Campanya d'Estiu 2002» por lo que firmó un «contrato menor», autorizado por la Comisión de Gobierno del consistorio el 17 de mayo de 2002, por el que cobró 12.000 euros. Los cursos de idiomas se celebraron con normalidad ese verano en varias universidades europeas, incluida la de ST Andrews a pesar de que no existía ningún acuerdo de intercambio, aunque la acusada abonó estas estancias «con algún retraso», según la sentencia. Cuando ese verano el Ayuntamiento de Valencia pidió documentar este «acuerdo de intercambio inexistente» mediante la firma de un convenio de colaboración con St Andrews, Maria Begoña N. S. entregó un documento, supuestamente firmado por responsables del centro escocés que éstos niegan haber suscrito.

Durante el verano de 2003 la acusada volvió a organizar cursos similares, tras suscribir un nuevo contrato menor con el Ayuntamiento de Valencia, aunque ese año comenzaron los problemas. Hasta St Andrews se desplazaron cuatro grupos de estudiantes, pero la universidad nunca cobró el importe de estos cursos, cuyo coste ascendía a 202.974 euros, según la sentencia de la Audiencia de Valencia. Maria Begoña N. S. «respondía con evasivas a las reclamaciones de pago de la universidad» y culpabilizaba al Ayuntamiento de Valencia como responsable del impago, pese a saber que el consistorio «nada debía abonar porque creía, erróneamente, que la estancia de los estudiantes era un intercambio y no unos cursos que debían pagarse en su integridad». En 2004 el Ayuntamiento de Valencia prescindió de los servicios de la acusada quien consiguió organizar nuevos viajes de estudiantes con la Universidad Politécnica de Valencia, por lo que dejó a deber 114.309 euros más y la universidad escocesa acabó denunciándola por estafa.