Ausencia de visión metropolitana en la planificación de infraestructuras viarias, hospitales y zonas industriales y de participación ciudadana; incompatibilidad con el Plan de Acción Territorial de la Huerta y un estudio de previsiones de crecimiento desfasado son algunas de las críticas que se le han hecho en forma de alegaciones a la revisión del PGOU de Valencia, cuya tramitación echó a andar en 2004, todavía con Jorge Bellver, actual portavoz del PP en las Corts, como concejal de Urbanismo. A la revisión del PGOU, contra la cual se han opuesto todos los grupos de la oposición (PSPV, Compromís y EU), colectivos ecologistas, vecinos, el Colegio de Ingenieros Agrónomos, expertos como el paisajista Steinitz, universidades y el Tribunal de las Aguas también ha sido controvertido por calificar de privados colegios e iglesias y por regularizar a favor del Arzobispado las titularidades previstas en el convenio de la Almoina.