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"Las cruces de término de la ciudad de Valencia"

Límites olvidados de la ciudad

El periodista y escritor José Soler Carnicer publica un libro que explica las 18 cruces de término de Valencia

Límites olvidados de la ciudad

Antaño señalaban el límite entre lo urbano y lo rural, entre lo habitado y lo cultivado. Hoy permanecen distribuidas por una ciudad cuyo crecimiento urbano las ha engullido y trasladado, en la mayoría de las ocasiones. Las hay de todas las formas, tamaños y estilos. Cubiertas, desnudas, restauradas... Se trata de las denominadas Cruces de término, es decir, aquellas que indicaban la llegada a Valencia ciudad. Algunas son muy populares pero otras permanecen en el olvido, ubicadas en calles o plazas que antaño fueron el final de una huerta y el comienzo de la urbe. Sin embargo, ya tiene un espacio propio que las reúne a todas y explica su historia. Se trata del libro «Las cruces de término de la ciudad de Valencia», que ayer presentó su autor, José Soler Carnicer,periodista, escritor y todo un experto en turismo, en el Museo de Ciencias Naturales, ubicado en el jardín de Viveros.

«Hay 18 cruces de término, aunque mucha gente lo desconoce. De hecho, la idea me la dio un vecino y pensé que la ciudad precisaba de un libro como éste», explica José Soler quien decidió hacer una «visita sobre el terreno» y acercarse a cada una de las 18 cruces que describe y cuenta su historia. Con un objetivo claro: que «la tradición no se pierda».

¿Por qué se limita la ciudad con cruces? José Soler lo explica en su libro de forma clara y sencilla. «En nuestras tierras su finalidad fue la de hacer pública manifestación de profesar la fe cristiana, frente a la población musulmana con la que se convivía desde los primeros años de la conquista», afirma. Ahora bien, el recuerdo de algún peculiar suceso o la conmemoración de algún acontecimiento histórico también tiene mucho que ver. Ejemplo de ello es la denominada Cruz cubierta que, sin embargo, tiene el nombre oficial la cruz «del Camí Reial de Xàtiva». Y es que, al parecer, se erigió en la calle San Vicente por un supuesto «milagro». «Los parientes de un vecino del barrio solicitaron la visita de un párroco para que le administrase el viático. Cuando pasó la comitiva, un joven muy apuesto y de buen parecer se arrodilló de inmediato. Sin embargo, cuando la comitiva regresó por el mismo camino, el mismo joven ni se inmutó. Cuando le preguntaron por qué ya no mostraba su devoción y fervor, el joven dijo que la arqueta no contenía ya ninguna forma sagrada. Y tenía razón. El párroco, por descuido, sólo cogió una para darle la comunión al moribundo. Tras las declaraciones, el joven desapreció y todos entendieron que se trataba de un ángel», explica el autor del libro.

Otro ejemplo son las cruces de Pinedo y Camí de Montcada, ya que ambas recuerdan donde se apostaron las huestes de Jaume I antes de invadir la ciudad. Su ubicación, sin embargo, ha cambiado varias veces.

Historia, curiosidades, descripción, restauraciones... el libro «Las cruces de término de la ciudad de Valencia» constituye la mejor explicación sobre unos monumentos que, aunque ya no limitan la ciudad, permanecen en la urbe para recordar lo que fue y cómo ha crecido. Cruces históricas, y también modernas, ubicadas en otros términos municipales que permanecen en Valencia como elementos patrimoniales de gran valor.

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