«Setas y hongos medicinales. Un mundo por descubrir» es el título de la conferencia pronunciada ayer en la BioOficina del Ayuntamiento de Valencia por el farmacéutico y micólogo Ricardo Folgado, un estudioso de la materia y un convencido de las enormes propiedades curativas que tienen los hongos, sobre todo contra el cáncer, el azúcar o el colesterol. También como revitalizantes.

Según dice, para encontrar una seta beneficiosa para la salud no hay que ir a buscarlas a las montañas del Tíbet o a recónditos parajes de la Patagonia. Están entre nosotros. Incluso las cultivamos y forman parte de nuestra dieta sin tener conciencia de sus aportaciones.

Bien es cierto que entre el millón de especies que hay en el mundo no todas son así de buenas, pero sí hay un grupo numeroso que vale la pena tener en cuenta. De ellas se consiguió, por ejemplo, la penicilina, que ha sido el mayor avance del siglo XX en el campo de la medicina.

Por ejemplo. ¿Dirían ustedes que los champiñones tienen propiedades anticancerígenas? Pues sí. Las tienen. Y muy importantes. Cuenta Ricardo Folgado que el champiñón de sol, el segundo más consumido en el mundo (el primero es el de París) tiene propiedades antitumorales que se están empezando a desarrollar.

¿Y la seta de cardo, la popular seta de cardo? También. Su ingesta sirve de revitalizante, es antitumoral y antibacteriana. Es decir, hace el efecto de un antibiótico natural y cura las infecciones. Incluso la seta de ostras, la seta cultivada que nos comemos envasada en todos los restaurantes y en nuestras casas, tiene propiedades hipoglucemiantes, es decir, baja los niveles de azúcar en sangre.

Con nombre oriental, pero también cultivada y con unos niveles de consumo que la sitúan la segunda del mundo por detrás del champiñón, Folgado destaca también el Shitake, que acumula todas las propiedades antes citadas y que añade la de bajar el colesterol, uno de los problemas que más proliferan en las sociedades modernas y que tienen entre sus negativas consecuencias las enfermedades cardiovasculares.

Otras setas dignas de mención son el ratón, o negrilla, con la que el propio Folgado investiga posibles efectos terapéuticos además de tener un excelente sabor; y la conocida como «melena de león», que se encuentra en España, no en Valencia, y que ayuda al sistema nervioso.

Para completar el círculo, el especialista en setas cita como estrella al Reishi o «Pipa» (Ganoderma lúcidum), un hongo no comestible (es muy leñoso) que se encuentra básicamente en los bosques orientales y zonas subtropicales de todo el mundo y que acumula propiedades para casi todos los campos de la medicina actual.

Buen provecho.