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Polémica

Sólo en Ciutat Vella existen limitaciones para el color de las fachadas de las fincas

El verde utilizado por la comunidad de propietarios de Ángel Guimerá respeta la ordenanza, que recomienda pero no multa

Para gustos, colores. Las comunidades de vecinos pueden elegir el color que más les guste para sus fachadas. Así ha ocurrido en el inmueble situado en la calle Ángel Guimerá número 77, cuya comunidad de propietarios ha optado por decorar su fachada con un color verde intenso que no pasa desapercibido. Tanto es así que algunos vecinos han protestado por la elección del color, asegurando que «rompe la estética cromática del barrio». Desde la comunidad de propietarios, sin embargo, aseguraron que eso era, precisamente, lo que perseguían con la elección de un color «atrevido y diferente», tal como publicó Levante-EMV ayer viernes.

Sin embargo, sí existe una normativa municipal que «recomienda» mantener una gama cromática que está desapareciendo con algunas rehabilitaciones. La normativa se limita exclusivamente, al distrito de Ciutat Vella y a aquellos edificios que tienen una protección especial por tener valor patrimonial. Se trata, además, de una recomendación que no obliga a nada ni incluye sanciones al respecto. Por ello, la catedrática Ángela García Codoñer „coautora del libro «El color de Valencia. El centro histórico», una edición de la Universidad Politécnica que analiza e investiga el color de los barrios del casco antiguo de la ciudad, tras dos décadas de intenso trabajo„ aseguraba ayer que, en el tema de la finca verde de Ángel Guimerá «no hay nada que hacer». «El inmueble no se ubica en el centro histórico y no es ni de planta nueva ni tiene protección alguna. Es decir, que si los propietarios quieren pintar su fachada a lunares lo pueden hacer perfectamente», asegura la catedrática. Otra cosa es hacerlo en el centro histórico ya que, para esos casos, sí existe un documento „una carta de colores elaborado por la Politécnica y el equipo de García Codoñer y puesto a disposición del ayuntamiento y de la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura„ que plantea toda la variedad de colores que se puede usar en la rehabilitación de fachadas en el centro histórico.

La gama cromática para el centro histórico es amplia aunque los colores protagonistas, sin duda, son los ocres, en toda su gama de tonos, intensidades, brillos y claroscuros. Los almagras „y aquellas tonalidades que recuerdan a la tierra o al óxido de hierro„ ocupan el segundo lugar. El uso de colores más fuertes, como el verde o el azul, se recomienda para pequeñas áreas ornamentales con el objetivo de dar más vistosidad a las excepciones. Eso sí, entre los edificios donde se deben respetar las tonalidades recomendadas por la Politécnica están excluidas las nuevas construcciones así como aquellas que fueron levantadas en una fase posterior donde abunda el ladrillo caravista o que no respetan los ornamentos tradicionales.

Ahora bien, no existe ninguna recomendación en cuanto a la gama cromática que deben mantener las fachadas en el resto de la ciudad, de forma que cada comunidad puede «pintar la fachada de su finca como le apetezca». Aunque a unos les guste más la elección, y a otros menos.

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