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Educación

Entre fábricas, chimeneas y tinglados

Alumnos y expertos de un máster de la UPV analizan en una ruta el estado y los usos del patrimonio industrial de Valencia

Estudiantes del máster de gestión pública del patrimonio de la Universidad Politécnica de Valencia hicieron ayer un recorrido por el patrimonio industrial del entorno de la avenida del puerto y Serrería. La ruta, guiada por el presidente del Círculo por la Defensa del Patrimonio, César Guardeño, y por la secretaria de la Asociación de Patrimonio Industrial (Apiva), Gracia López, arrancó a las puertas de las naves de la Cros, una antigua industria química que se ubicaba junto al tramo final del cauce del Turia. Este entorno industrial próximo al puerto en desuso fue descontaminado hace años y reconvertido en parque y zona residencial de alto «standing». Las naves de la Cros han sido restauradas tras no pocos vicisitudes y reconvertidas, una en polideportivo municipal y otra „que fue cedida por el ayuntamiento al arzobispado„ en iglesia parroquial del barrio de la avenida de Francia.

Las fábricas y naves industriales tienen la particularidad de ser espacios muy versátiles que se pueden adaptar a numerosos usos. Por eso los expertos en patrimonio recomiendan aprovechar este patrimonio y darle una nueva función social en función de las necesidades de los barrios en los que se encuentren. Así ocurrió con el matadero de la avenida de Serrería, otra zona industrial próxima al puerto. La ruta del patrimonio organizada por la UPV concluyó en este edificio, reconvertido en centro de salud.

En la misma avenida los alumnos pudieron ver una de las antiguas chimeneas industriales de esta avenida, que precisamente toma su nombre de las serrerías que funcionaban allí antiguamente. Las chimeneas industriales, explicó ayer la arquitecta Gracia López, experta en este tipo de construcción, cuentan con una protección patrimonial genérica. No se pueden derribar, sin embargo, su recuperación no siempre es acertada y en ocasiones se ven totalmente descontextualizadas.

En la ruta de ayer, los alumnos de la UPV también visitaron las naves de Juan Verdeguer, la mayoría restauradas por el Ayuntamiento de Valencia, cuya intención es destinarlas, junto con la antigua Harinera, también en proceso de restauración tras años de abandono y ruina, a centro de innovación y apoyo a los emprendores.

Menos suerte ha tenido hasta ahora la antigua estación del Grao, cuya degradación y expolio ha sido denunciado por el Círculo por la Defensa del Patrimonio y que también fue visitada por los alumnos de la UPV, que asimismo recorrieron el Tinglado 2 del puerto, apuntalado y en espera de restauración dentro del plan de usos de la Marina Real Juan Carlos I, que prevé instalar allí un mercado gourmet.

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