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Escándalo en la diputación

Fabra se desplaza a Xàtiva para pedir explicaciones a Rus por las grabaciones

El presidente le advierte de que si alguien del PP aparece salpicado por las cintas "se tendrá que ir"

Fabra se desplaza a Xàtiva para pedir explicaciones a Rus por las grabaciones

La investigación en torno a la Diputación de Valencia ha puesto en jaque al PP a un mes de las elecciones y tras una legislatura repleta de de escándalos. Las últimas novedades judiciales sobre la presunta trama clientelar alrededor de Imelsa salpican al presidente de la diputación y el PP de Valencia, Alfonso Rus. Existen 600 minutos de grabaciones que pueden ver la luz en cualquier momento.

Ante la gravedad de la situación, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se desplazó ayer a Xàtiva para tener un cara a cara con Alfonso Rus. Fabra pidió explicaciones por las diez horas de grabaciones que, como ayer contó Levante-EMV, EU entregó al fiscal. En esas cintas, que fueron registradas por Marcos Benavent, centro de la presunta trama de Imelsa, aparece el propio Rus y se habla de comisiones.

En ningún momento el jefe del Consell realizó una petición directa al alcalde de Xàtiva para que diera un paso atrás y evitara concurrir a las municipales. Pero le advirtió de que si en las cintas se observa «alguna conducta reprobable por alguien del partido, se tendrá que ir», según indicaron a este periódico fuentes de Presidencia.

Las grabaciones, de cuya existencia se ha tenido noticia a 30 días de los comicios, han puesto en un brete al PP y Fabra no quiere llegar al 24-M con candidatos estigmatizados por conversaciones poco decorosas. Según fuentes conocedoras de las escuchas, Rus aparece en los audios y protagoniza algunos pasajes «comprometedores». También aparecen cargos públicos y del Partido Popular.

El líder del PPCV estaba ayer en los Moros i Cristians de Alcoi y, de regreso, llamó a Rus para ver dónde estaba. Mejor en persona que por teléfono. El encuentro se produjo en una cafetería de la Albereda Jaume I de Xàtiva, que ayer acogía unas jornadas gastronómicas. A media tarde, mientras cientos de personas disfrutaban de pinchos y tapas, Fabra y Rus se vieron las caras. No se escondieron. Se citaron en la cafetería Pebre Negre, donde departieron en un reservado.

El jefe del Consell se interesó por las grabaciones, por cuántas personas aparecían en ellas y por su contenido. Algo a lo que el presidente provincial no pudo contestar más allá de un «no lo sé». Según fuentes del Palau, Rus trasladó al presidente que «no tiene nada que ocultar». El encuentro se prolongó hasta las ocho y cuarto de la tarde, cuando Fabra, con gesto serio, subía al coche de regreso a Valencia despedido desde la acera por Rus.

«Alfonso Rus no está en el aire», dijo de sí mismo el alcalde, dispuesto a seguir adelante ante la cita del 24M. «Esto es una cuestión de honor y no voy a permitir que se ponga en entredicho», declaró a Levante-EMV. Rus insistió en que tiene el apoyo de su «familia, el partido y los alcaldes». Y aseguró: «En toda mi vida he tocado un duro», aunque admitió que «es una situación difícil», dijo el dirigente, cuyo aspecto trasmitía entereza.

Rus no ha encajado bien unas grabaciones realizadas por una persona que fue de su confianza. El presidente de la diputación volvió a reunirse ayer por la mañana con abogados, un encuentro que le ha infundido «tranquilidad». Además, Rus señaló que «una persona capaz de grabar a su entorno durante tantos años, también puede manipularlas» para cambiar su sentido.

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