No parece difícil imaginar, en pleno siglo XIV, la sorna con la que los valencianos decidieron cambiar el pomposo nombre de la recién creada Centenar del Gloriós Sant Jordi por el de Centenar de la Ploma, al ver a cien hombres desfilar junto a la Senyera armados con ballestas... y con una pluma tocando sus yelmos. Siete siglos después, el compositor Gómez de Edeta ha estrenado „lo hizo ayer en el Palau de la Música„ la obra «Himne del Centenar de la Ploma», que recoge la historia de esta institución foral creada por Pere el Cerimoniós en 1365 y que pervivió hasta el mismo 1707.
La creación de esta compañía, aunque se suele atribuir a Jaume I, corresponde realmente a Pere el Cerimoniós, descendiente directo del Conqueridor, durante el asedio a la actual Sagunt en las guerras contra Castilla. Creó un cuerpo de ballesteros dedicado a proteger la Real Senyera de Valencia. Los soldados se eligieron de manera plural: 10 venían del estrato noble, 30 de la alta sociedad, 30 del estrato social medio y otros treinta del estrato social bajo. Todos ellos iban ataviados con una guerrera de paño blanco cruzada con botones dorados, puños y cuello de paño rojo resaltado de vivo dorado y sobre el pecho, la cruz de Sant Jordi. Iban tocados con un yelmo adornado por una pluma blanca de garceta, lo que les dio el «malnom» más popular.
Los dirigía el Justicia Criminal de Valencia, encargado de ondear la Senyera tanto en los desfiles como en batalla, aunque no hay reportes del desempeño de estos ballesteros en el campo de batalla, los medievalistas coinciden en que sí hubieron de actuar pues acompañaban al pendón real a cualquier sitio. La compañía creció en 1376, cuando queda estructurado en tres cuerpos de ejército; 100 caballeros, 100 ballesteros „cincuenta jinetes y cincuenta infantes„ y 100 arcabuceros.
