El anuncio del desbloqueo de las licencias de obras en el Cabanyal tras más de cinco años suspendidas por parte del ayuntamiento se le puede volver en contra a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tras la denuncia por prevaricación que presentó ayer ante la Fiscalía EU. Los informes del Ministerio de Cultura que obran en el expediente de modificación del plan de reforma (Pepri) del Cabanyal y de la prolongación de Blasco Ibáñez que acaban de hacerse públicos desautorizan la suspensión de licencias decretada hace ya cinco años por Barberá, tiempo durante el cual la situación de ruina y degradación del barrio se ha agravado.

La alcaldesa «ha querido ponerse una medalla» al anunciar el desbloqueo de las licencias a un mes de elecciones, sin embargo, lo que, evidencia el anuncio, según declaró ayer el portavoz de EU, Amadeu Sanchis, es «una prevaricación porque la denegación de licencias durante todos estos años se hacía únicamente por el capricho de Rita Barberá». EU apunta que el desbloqueo de las licencias en el barrio marinero «es estrictamente electoral». «No aporta ninguna razón jurídica nueva que no fuera ya expuesta previamente». Y es que un informe de la Abogacía del Estado de septiembre de 2010 aclaratorio de la orden del Ministerio de Cultura de 2009 que declaró expolio el plan urbanístico anulándolo y en base al cual el ayuntamiento suspendió las licencias ya apuntaba que la suspensión no era genérica y se podrían dar licencias «caso por caso».

Los informes, en concreto el de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Cultura fechado el 23 de abril pasado, revelan además que el gobierno local alegó en marzo pasado para que el Gobierno „que en febrero había anunciado que iniciaba los trámites para la revisión del plan urbanístico tras recibir la propuesta de modificación del plan del ayuntamiento„ no recabase los informes de instituciones independientes y de prestigio para determinar si el plan sigue representando expolio del patrimonio. En sus alegaciones, el consistorio invoca a la «celeridad» y «eficacia» que requiere la aprobación del nuevo plan y quita valor de la trama reticular del Bien de Interés Cultural del Cabanyal. Según denunció ayer el PSPV, el ayuntamiento intentó en base a estas argumentaciones que el Gobierno validara la nueva versión del plan del Cabanyal sin solicitar los preceptivos informes, y en base únicamente al dictamen de la Generalitat o, como máximo, del propio ministerio.

El informe de la Dirección General de Bellas Artes del pasado 23 de febrero pone en solfa la actuación del ayuntamiento por el deterioro del barrio y revela que ya se ha recabado un informe de la Academia de San Fernando donde se expone la preocupación que suscitan las obras en el Cabanyal. «Se tienen indicios de que el concjunto histórico del Cabanyal puede estar siendo objeto de un creciente deterioro». El director general de Bellas Artes, Miguel Ángel Recio, señala asimismo que la orden ministerial de 2009 tenía carácter «temporal». En este sentido, hay que recordar que el ayuntamiento ha tardado cinco años en cumplir la orden ministerial que le obligaba a ajustar el plan.