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Urbanismo

Licencias de negocios y para rehabilitar en el Cabanyal decaen tras cinco años de bloqueo

La paralización da al traste con una residencia en la calle Barraca y con la reparación de casas para segundas viviendas

Licencias de negocios y para rehabilitar en el Cabanyal decaen tras cinco años de bloqueo

La esperada reactivación del Cabanyal no será, ni mucho menos, automática a partir del desbloqueo formal del casi medio centenar de licencias de actividad y para rehabilitar aprobado el viernes pasado por el Ayuntamiento de Valencia. Muchas de las licencias que se solicitaron hace ya más de cinco años han decaído. Los empresarios y particulares que entonces vieron una oportunidad de invertir su dinero en el barrio han tenido que buscar alternativas ante la suspensión de las licencias.

Este es el caso del empresario Emiliano García, dueño de la histórica taberna Casa Montaña del Cabanyal. En 2013, compró una vivienda de estilo modernista en la calle Barraca con la intención de rehabilitarla y convertirla en hotel o residencia de estudiantes. Tras varios años de suspensión de las licencias, el empresario se replantea el proyecto. Su esfuerzo inversor se ha centrado estos años en sacar adelante su restaurante mientras la casa de la calle Barraca, protegida con nivel 2, se iba deteriorando. «Ahora habría que hacer una inversión mayor», explicaba ayer su hijo y mano derecha en el negocio familiar, Alejandro García. «La verdad, no es que estuvieramos esperando a que nos dieran la licencia». El empresario no renuncia al proyecto pero ahora no lo ve prioritario.

Emiliano García, un empresario que se ha significado por su defensa de la rehabilitación del barrio, se vio afectado por el bloqueo de las licencias decretado por el gobierno municipal de Rita Barberá en base a la orden del Ministerio de Cultura de 2009 que suspendió el plan de la prolongación de Blasco Ibáñez por suponer expolio del patrimonio histórico.

Una suspensión que cinco años después se ha visto que carecía de fundamento. Así al menos se desprende del informe de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Cultura hecho público en los últimos días que deja claro que la orden ministerial «no implica la denegación de concesión de licencias municipales de cualqueir tipo sobre los bienes ubicados en el Cabanyal».

El informe, fechado el pasado 23 de abril, da la razón al de septiembre de 2010 de la Abogacía del Estado que permitía dar licencias previo estudio caso por caso para evitar precisamente que con la suspensión del plan se produjese un mayor deterioro del conjunto que la orden ministerial intentaba proteger.

A los vecinos del barrio el anuncio del desbloqueo de las licencias tras cinco años suspendidas y a un mes de las elecciones les suena a «electoralista», según explicaba ayer Bía Santos, responsable de Salvem el Cabanyal, durante la presentación de la quinta edición del festival urbano y reivindicativo «Cabanyal Intim». «Durante estos cinco años hemos sido rehenes del ayuntamiento, ahora esperamos que deje de jugar con las licencias y podamos recuperar el tiempo perdido», apuntaba ayer Santos quien aseguró que el desbloqueo «llega tarde».

Los vecinos «están esperando», aseguraba por su parte el presidente del Mercat del Cabanyal, Juan Faus, quien afirma que entre los cabanyaleros cunde el «escepticismo». El desbloqueo de licencias ha sido acogido con «frialdad», sostiene Faus, quien conoce varios casos de licencias caducas. Entre ellas la de los propietarios de una vivienda en la calle Escalante que iban a rehabilitarla para segunda residencia y que han desistido porque «ahora está hecha una ruina».La decisión del Ayuntamiento de Valencia de inyectar un millón de euros a la empresa municipal Aumsa para que compre y rehabilite viviendas en el Cabanyal para destinarlas a residencia de estudiantes y universitarios le ha caído como un jarro de agua fría a Emiliano García, que ayer anunció a este diario acciones legales contra el consistorio.

A este empresario, que regenta la histórica taberna Casa Montaña del Cabanyal y que es una de las cabezas visibles de la plataforma Units pel Cabanyal, el ayuntamiento le ha bloqueado una proyecto para la construcción de alojamientos universitarios en el citado barrio. Emiliano García compró una vivienda protegida con nivel 2 en la calle Barracas afectada por el plan especial de protección del Cabanyal. La idea de este empresario y de otros emprendedores del barrio era crear un colegio mayor disperso. Así se lo plantearon al ayuntamiento y a las universidades.

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