Llevan casi 20 años esperando un proyecto urbanístico que, lejos de llevar retraso, permanece años aparcado en un cajón de las Corts Valencianes. Se trata de los vecinos que residen junto a la calle Salvador, en el solar donde hace 19 años se dejaron a la intemperie las ruinas romanas de los primeros pobladores de la ciudad. El objetivo era integrar las ruinas en la futura ampliación del edificio parlamentario pero, desde las Corts Valencianes no saben nada del proyecto, ni quieren saberlo. De hecho, este diario no ha tenido respuesta al respecto.

Mientras tanto, y con el paso de los años, la parcela se ha convertido «en una escombrera», que acumula maleza, suciedad, restos de obra, olores, molestias e insalubridad. Es más, los vecinos, cansados de reivindicar una limpieza que no se produce „pese a ser una parcela propiedad de la propia Administración„ han decidido «adornar» sus balcones con pancartas de protesta para dejar claro su malestar ante una falta de limpieza que lleva pendiente casi dos décadas.